Según un informe de la UNDAV, los precios que más sufrieron aumentos fueron aquellos consumidos por el segmento social más desprotegido.
En el marco de la crisis cambiaria, los productos de la canasta de alimentos aumentaron un 123,7% en un año.
El dato más preocupante fue que el extracto de los productos que corresponden a la categoría de alimentación esencial fue el que más aumentó.
De acuerdo a un informe del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV), entre agosto de 2017 y el mismo mes de 2018 la canasta alimentaria subió un 123,7%.
Los productos que más aumentaron fueron: la harina (123,7%), los fideos (64,9%), el arroz (54,6%), los huevos (53,4%), el aceite (48,9%) y el pan francés (46,6%).
“Los productos alimenticios verifican aumentos superiores al promedio de los demás bienes y servicios de la economía. Este es uno de los resultados más evidentes del proceso de transferencia de recursos que implica toda devaluación”, recalcó el informe.
Los números surgieron de un relevamiento que fijaron un valor de $ 1.028 para la canasta económica, de $ 1.282 para la canasta media y de $ 1.936 en la canasta premium.
El informe arrojó que la canasta de alimentación esencial sufrió aumentos de hasta 42,5%, con un notorio agravante en las marcas del segmento económico, que fueron las que mayores aumentos verificaron. Asimismo, los segmentos medios y premium mostraron subas del 39,2% y 28,2%, respectivamente.
Si se toma un lapso de tres años, el aumento acumulado fue del 120%. La evolución temporal marcó que la canasta promedio costaba tan sólo $ 583 en agosto de 2015; después de la primera devaluación a fines de ese año, el monto trepó hasta los $ 779 y, con el fuerte proceso inflacionario, en 2017 alcanzó los $ 921, mientras que en la actualidad trepó a los $ 1.282.
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