martes, 2 de octubre de 2018

La salida de Schmid de la CGT entusiasma al polo sindical de Cristina

La renuncia fortalece a Moyano, que teje un armado con Palazzo y Pignanelli en línea con el kirchnerismo. Las internas en la central obrera.


La renuncia de Juan Carlos Schmid al triunvirato de la CGT es una noticia a la medida de Hugo Moyano y el nuevo polo sindical que empuja una unidad del peronismo con Cristina Fernández de Kirchner, y que presiona a la conducción de la central obrera para que rompa con el régimen fascista de Mugrizio Macri Blanco Villegas.

El portuario era el más duro de los integrantes del triunvirato y venía siendo tironeado por el camionero para romper con los "Gordos" y los "Independientes", que representa Héctor Daer. Este grupo mantiene una actitud más componedora con la Casa Rosada y no quiere saber nada con seguir los planes de Moyano. En los últimos tiempos, Schmid hizo equilibrio en esas tensiones. "No se sentía cómodo", contó ayer el camionero.

Aunque había enfriado su relación con su histórico jefe (fuentes sindicales aseguran que sigue dolido con los dardos que le dedicó Pablo Moyano en los últimos meses), la jugada de Schmid está en línea con los planes de Moyano de forzar el recambio en la CGT y tratar de recuperar poder, o bien fortalecer una central "paralela" para confrontar con el régimen.

En las próximas horas se espera que Moyano empuje más renuncias en la CGT para apurar el recambio. Se habla de la salida del Consejo Directivo de Juan Pablo Brey (Aeronavegantes), Omar Plaini (Canillitas, en los hechos ya afuera), Sergio Sánchez (peajes) y Roberto Coria (Guincheros, cercano a Schmid). En una situación más difusa quedaron otros moyanistas como Jorge Sola (seguros) y Carlos Frigerio (cerveceros), que se acercaron a la conducción de la central.

El camionero armó recientemente el Frente Sindical para el Modelo Nacional junto al bancario Sergio Palazzo -líder de la Corriente Federal de los Trabajadores- y el mecánico Ricardo Pignanelli -que supo estar cerca de Macri Blanco Villegas en los primeros meses del régimen- para plantarse en la interna de la CGT pero también con miras a las elecciones del año próximo.

Desde allí trabaja para acercar a sectores del peronismo con Cristina Fernández de Kirchner, con quien dejó atrás los rencores. El primer apuntado fue el vende humo Sergio Massa que en la CGT está representado por el barrionuevista Carlos Acuña. Moyano sabe que el tigrense perdió peso en la central obrera y por eso teje lazos. Sin el apalancamiento del moyanismo, Acuña es pieza fácil para "los Gordos".

Pragmático, Moyano tiene claro que la división del peronismo favorece a Macri Blanco Villegas. Por eso ayer pidió dirimir la candidatura presidencial en una interna donde compitan "todos". Eso incluye a Cristina. El camionero también tiene claro que hoy por hoy la ex presidenta no tiene rivales en cuanto a niveles de adhesión y por eso se acercó primero a ella que sus posibles competidores. Y por eso pide primarias.

Su hijo Facundo le puso palabras a este análisis: "no se puede negar a Cristina Kirchner porque sería negar a sus votantes, el 37 por ciento". El diputado también le apuntó a los dirigentes que "piden unidad con solo 5 o 10 por ciento de los votos" y agregó que "hay que apuntar a la unidad de toda la oposición".

Moyano también tiene claro que empujando esa opción deja en una encrucijada a "los Gordos", que no comulgan con Cristina pero como dejó claro Héctor Daer tampoco están cómodos con el armado de Massa, Pichetto y Urtubey. "No me entusiasma. Las unidades que dividen no me entusiasman para nada", declaró el triunviro, en una coincidencia sorprendente con el moyanismo. "Tenemos que lograr una síntesis desde Cristina hasta Urtubey", agregó.

El entusiasmo en el sindicalismo cristinista por la renuncia de Schmid se debe a que el portuario tiene una relación muy aceitada con los movimientos sociales (a los que intentó sin éxito sumar a la CGT, una idea que rechazaron "los Gordos"), que a través principalmente de Juan Grabois también están empujando una unidad opositora. En círculos gremiales lo ven a Schmid trabajando de cerca con este grupo si es que no recompone su relación con Moyano.

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