Una multitud rechazó las políticas de ajuste y los condicionamientos del Fondo Monetario Internacional. “Sabemos de qué se trata, el colonialismo neoliberal sólo ofrece miseria”, se planteó en el documento que se leyó antes de que las miles de personas presentes cantaran el Himno Nacional como cierre de la movilización.
Un millón y medio de personas expresaron en el Obelisco su rechazo al acuerdo que el régimen fascista, neoliberal y corrupto de Mugrizio Macri Blanco Villegas negocia con el Fondo Monetario Internacional y a la profundización del ajuste. La multitud, movilizada bajo la consigna la “La Patria está en peligro” a instancias de organizaciones sociales, gremiales y políticas que llamaron a manifestarse en el marco de la celebración del 25 de Mayo, colmó la Avenida 9 de Julio y cantó el Himno Nacional para cerrar la concentración. Desde el palco se leyó antes un documento en el que se defendió el valor de lo público, se expresaron críticas al gobierno nacional y se plantearon diversas reivindicaciones.
La lectura del documento fue el momento culminante de una movilización que comenzó poco después del mediodía, cuando las columnas de las distintas organizaciones convocantes y también la gente que se sumó en forma individual empezaron a poblar la Avenida 9 de Julio. La postal contrastó con la de la Plaza de Mayo vallada horas antes, cuando el ex hijastro de Flavia Palmiero se trasladó desde la Casa de Gobierno a la Catedral rodeado de funcionarios y fuerzas de seguridad y lejos de la gente.
Muchos marcharon hacia el Obelisco con banderas argentinas; otros llevaron las de agrupaciones partidarias. El hit del verano se cantó una y otra vez desde temprano y volvió a escucharse apenas terminaron los últimos acordes del Himno Nacional, que marcó el cierre de la movilización. En el escenario lo entonaron, entre otros, actores, Madres de Plaza de Mayo y Sergio Maldonado.
Los actores Osmar Núñez y Paola Barrientos alternaron la lectura de un texto que fue consensuado por los diferentes convocantes a la manifestación. De la convocatoria participaron los gremios de la CGT más críticos del régimen, la Corriente Federal y las dos CTA. También estuvieron presentes entre la multitud el titular de SUTEBA, Roberto Baradel; la de CTERA, Sonia Alesso; y Eduardo López, de UTE, quienes fueron algunas de las caras más visibles de la Marcha Federal Educativa concretada hace solo dos días atrás, y varios dirigentes políticos de la oposición.
En el documento se proclamó la defensa del “trabajo digno que generan las riquezas de la patria” y se reivindicó a las “organizaciones gremiales, los derechos conquistados y las paritarias libres”. Además, se planteó “la necesidad del desarrollo industrial, protegiendo a las economías regionales” en el marco de un “federalismo amenazado por el programa del saqueo”.
Además, en el texto se hizo una defensa de “la capacidad creativa del pueblo”, organizado en el trabajo cooperativo y la “organización barrial y social”, y se expresó el apoyo a la educación pública y al rol del Estado para hacer frente a las corporaciones.
En esa línea, hubo una defensa de las políticas de memoria de los años anteriores al macrifascismo y se remarcó que “el único lugar para los genocidas es la cárcel”, al tiempo que se reclamó justicia por Santiago Maldonado y Rafael Nahuel y bregaron por el respeto a los pueblos originarios, que han sufrido “el avasallamiento de sus culturas ancestrales”.
A días de una nueva marcha de Ni Una Menos, prevista para el próximo 4 de junio, hubo una muestra de apoyo a ese movimiento que “sacude las entrañas de la cultura patriarcal dominante”; y reclamaron paridad de género “en términos políticos, económicos, sociales y culturales”.
En otro pasaje del documento se demandó “libertad de expresión y comunicación popular” para evitar la concentración de medios en pocas manos, lo cual llevaría a “la construcción de un pensamiento único que legitime los programas de ajuste y saqueo”.
Hubo además una revalorización de la democracia “para el futuro que se construye”, por lo cual se pidió “la libertad de todos los presos políticos y el cese de la persecución”; y de la política “como herramienta de transformación que no permita nunca más un gobierno que miente y cuyo proyecto es el saqueo”.
Finalmente, se habló de la “necesidad de integrar nuestro destino con América Latina”, y se recordó que “enfrentamos el colonialismo y el Plan Cóndor”. En el cierre se definió a los argentinos como “un pueblo digno con memoria”, que “sabemos de qué se trata, el colonialismo neoliberal sólo ofrece miseria”, al que se llamó a “enfrentar las calles y en las urnas” en el marco de “la unidad necesaria para construir la Patria que soñamos”.