jueves, 24 de mayo de 2018

Peña Braun Menéndez en Diputados: chicanas y cruces varios en una sesión caliente

Pese a las durar críticas de Kicillof y los pedidos de renuncia de Moreau, el jefe de gabinete mostró una actitud zen en Diputados.



Marcos Peña Braun Menéndez mostró una nueva cara en su informe en Diputados y evitó confrontar con la oposición, en medio de la búsqueda de un "gran acuerdo nacional" para que el régimen macrifascista encare la negociación con el Fondo Monetario Internacional.

"Por respeto a los argentinos, al momento que vivimos, a los desafíos que nos planteamos, no voy a contestar las agresiones, las chicanas, las amenazas a la democracia, la prepotencia, el desconocimiento a las herramientas estatales, que han manifestado. Simplemente doy paso al próximo bloque", respondió el jefe de Gabinete ante la primera oleada de preguntas picantes de los diputados del kirchnerismo, que exhibieron en sus bancas la pancartas con la frase "Macri miente".


Todas aludieron a la crisis económica suscitada con la corrida cambiaria. "¿Por qué ponen un techo de 15% en paritarias y el sector especulativo gana 40%? No son el mejor equipo de los últimos 50 años, sino los empleados del mes del Fondo Monetario", gritó Mario Cleri.

"Argentina no tiene precio", aseguró el rionegrino Martín Doñate le recordó que hasta su tío Federico Braun, dueño de La Anónima, pierde plata con su administración. "Pregúntele a él", se escapó Peña Braun Menéndez. 

Los golpes más duros los propiciaron Leopoldo Moreau y Axel Kicillof, para quien la semana pasada Macri Blanco Villegas protagonizó la peor corrida bancaria de la historia. "¡Es increíble! Diez mil millones de dólares que se fugaron, el dólar a 25, la tasa de interés a 40, y todavía faltan las consecuencias", se indignó Moreau.

"Esperaba que viniera otro jefe de Gabinete, porque alguien se tiene que hacer cargo", lo había atacado el radical y exigió identificar a los Bancos "como el JP Morgan", que compraron dólares a 20 para venderlo a 25 y de ganancias ocultas de BlackRock, el fondo que frenó la corrida. "Caputo es el bobo de Wall Street", atacó.


Una descripción similar hizo más tarde José Ignacio De Mendiguren, que habló de una fallida reunión entre Federico Sturzenegger y Enrique Cristofani, del Banco Santander. "No conozco la agenda del Banco Central", se escudó el ministro coordinador, decidido a no chocar.

Parecían bien lejanos aquellos días de furia, cuando llegó a gritarles "¡Háganse cargo!" a los kirchneristas y luego mandó a imprimir remeras con ese slogans. Negó que haya techo a paritarias y reivindicó el acuerdo con el FMI por ser un prestamista de última instancia que ofrece mejores tasas de interés.

"La ley es clara, el acuerdo no tiene que pasar por el Congreso", confirmó el sorete mal cagado. "El problema de base es que gastamos más de lo que ingresa y hasta que no resolvemos eso estas cosas van a pasar", insistió una y otra vez, siempre calmo y sumamente cuidadoso. 

El jefe de ministros dedicó su discurso inicial a la crisis financiera y la vuelta del FMI. "Ya pasó lo más difícil", y "No vamos a reducir nuestra soberanía sino nuestra nacional", fueron algunas de sus frases.


Elogió "el camino del gradualismo", tan cuestionado por estos días y llamó a construir "consensos" para una ley de tarifas, pese que ayer los senadores peronistas acusaron no haber recibido llamado alguno.

"Gracias a las medidas que fuimos tomando en el diseño del programa económico y en el fortalecimiento, centralmente, de nuestro Banco Central, contamos con las herramientas para amortiguar el impacto de esa volatilidad", afirmó el hijo de puta.

"Si hay una visión alternativa a que nuestro déficit fiscal se puede financiar por otra vía, la escucharemos. Ahora, rechazaremos la demagogia de plantear al mismo tiempo ‘no se endeuden, reduzcan el déficit, reduzcan los impuestos', porque creo que eso es subestimar a los argentinos. No vamos a ceder con el compromiso de decir la verdad", concluyó su discurso en voz baja.


El bloque Argentina Federal, identificado en los gobernadores, pidió no demorar la obra pública como anunció Nicolás Dujovne y el jefe de Gabinete anticipó que pedirá bajar el gasto para 2019, una exigencia del FMI.

"Hay que lograr que en los próximos años la discusión de los representantes de la provincias no sea qué pago o qué obra no se le dio, sino discutir políticas macro y rectoras para que cada provincia pueda mostrar su plan de obra", exigió Peña Braun Menéndez y aclaró que muchas obras planeadas para este año no continuarán, pero sí las ya iniciadas. "Pero tenemos una gran noticia, como la licitación de los Programa de Participación Pública Privada", celebró. 

El massismo siguió en su versión radicalizada modelo 2018. "Se tomaron estos dos años para resolver cuestiones que cuando estaban en la vida privada no estaban tan prolijas. El Correo es el mejor ejemplo. Ustedes perdieron demasiado tiempo", atacó Graciela Camaño.


"Se quedaron con un sólo objetivo económico: rezarle a San Fondo de Monetario Internacional. No nos pueden decir que es el que mejor presta después de pagar tasas a 100 años u otras que triplican las del Fondo", agregó y volvió a pedir investigar la corrida, al preguntar "¿quién se llevó la plata? ¿Quién nos metió en este caos del que no salimos? Estuvimos dos años y medio hablando de la timba financiera y nos ninguneaban"

"El Gobierno que se fue nos dejó primero en ránking de asalariados en dolares de la región. Estamos cuarto. Y ustedes saben que no soy kirchnerista. Pero al pan, pan; y al vino, vino", concluyó la mujer del corrupto sindicalista e interventor del PJ, Luis Barrionuevo

No hay comentarios.:

Publicar un comentario