A más de medio siglo de la prohibición de nombrar a Perón, la alianza de derecha Cambiemos avanza en la intención de borrar de los edificios públicos a Néstor Kirchner.
El sueño dorado de Mugrizio Macri Blanco Villegas y Hernán Lombardi se encamina a hacerse realidad. Al hecho de mencionarlo únicamente como CCK y evitar por todos los medios que se nombre al Centro Cultural Kirchner de otra forma que no sea con siglas, el régimen fascista motoriza una ley que podría tener como consecuencia un nuevo bautismo del espacio cultural creado durante la presidencia de Cristina Kirchner.
Y es que el oficialismo busca que el Congreso tenga la potestad de bautizar o rebautizar monumentos y edificios públicos nacionales. La intención es que el proyecto cobre vida luego de la cumbre del G20, según señaló La Nazión.
De acuerdo a la información publicada por el pasquín ultraoficialista (que ve con buenos ojos la iniciativa oficial), la Casa Rosada intentará instalar puntos tales como que deberán pasar al menos 20 años de la muerte de una personalidad pública para que pueda usarse su nombre en un paseo, edificio, plaza o calle.
Aquí entra en juego una norma que dependerá del poder de voto del gobierno del momento, ya que el macrifascismo instalará la idea de que el nombre adjudicado y/o homenajeado deberá tener "un valor social e histórico indiscutible".
Otro ítem de la normativa es el cambio de nombre podrá ser retroactivo a los últimos 15 años. Es decir, el nombre del Centro Cultural Kirchner será cambiado si los legisladores de Cambiemos logran instalar la necesidad de esa norma.
Asimismo, los nuevos nombres siempre deberán tener control parlamentario. En ese sentido, la norma prevé la creación de una Comisión Bicameral para la Denominación de Bienes y Espacios Públicos y las decisiones se tomarán por mayoría.
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