La gobernadora fascista bonaerense María Eugenia Vidal y la impresentable ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, convocaron a las iglesias para distribuir alimentos en los barrios más vulnerables del país ante el aumento de la pobreza y la indigencia.

El plan de contingencia es encabezado por la gobernadora fascista de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, y su amiga, la ministra de Desarrollo Social de la Nación, Carolina Stanley.
Es conocida la cercanía y fidelidad de ambas conchudas chupacirios a la jerarquía de la Iglesia Católica, muestra de ello fueron sus posicionamientos férreos a favor del aborto clandestino durante el debate parlamentario.
Según el pasquín ultraoficialista La Nazión, Vidal y Stanley pidieron a las instituciones religiosas que aumenten su participación en el reparto de comida para la distribución de 400 mil kilos de leche en polvo y de 120 mil módulos de asistencia alimentaria, compuesto cada uno por doce productos de necesidad básica nutricional.
La idea es que los obispos coordinen la asistencia social a través de las parroquias en los barrios populares, entidades como Cáritas y otras organizaciones sin fines de lucro. La novedad es la participación de pastores evangélicos, quienes fueron convocados semanas atrás a la Casa Rosada para definir el programa de acción.
"Nos juntamos con todas las sedes de Cáritas del conurbano, con los obispos de todas las diócesis y con los pastores evangélicos para seguir profundizando el trabajo social que se hace en el conurbano y en el resto del país", confirmó Stanley.
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