sábado, 6 de octubre de 2018

El colmo de las puestas en escena: denuncian que Macri Blanco Villegas visitó una fábrica "ficticia"

El ex hijastro de Flavia Palmiero visitó el mes pasado una empresa del barrio Nueva Pompeya, en la ciudad de Buenos Aires, que aparentemente se dedica a fabricar electrodomésticos, pero en el gobierno de Tierra del Fuego aseguran que es una fábrica "ficticia" que no produce nada.


Se trató de una de las habituales visitas relámpago y en secreto del retrasado mental a comercios, empresas o casas, que se hacen con el único objetivo de difundirlas por las redes sociales ya que no se informan a la prensa. 

En este caso, Macri Blanco Villegas fue a la firma Noroghi, que según la información que se difundió "se dedica a fabricar electrodomésticos" y "este año realizaron su primera venta al exterior y serán los primeros en vender productos de Industria Nacional a Estados Unidos". El fundador de la empresa dice que también exportan a México y que van a aumentar la dotación de empleados de 132 a 200.

Sin embargo, la versión no le cerró a los fabricantes argentinos y a los funcionarios de Tierra del Fuego, donde está el principal polo industrial del país y que en estos momentos se debate en una dura pelea con el Gobierno nacional por la quita de incentivos para la industria local. De hecho, esta semana la gobernadora Rosana Bertone cuestionó duramente la quita de aranceles para la importación de insumos y productos tecnológicos, que beneficia a los importadores del resto del país.

Según pudo saberse, la empresa en cuestión fue investigada desde la Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica (AFARTE), la más importante del país que integran firmas como Mirgor de Nicolás "Nicky" Caputo. AFARTE está integrada por las fábricas que producen el 97 por ciento de los celulares y el 90 por ciento de los televisores que se venden en el mercado argentino y, sin embargo, nadie conoce a Noroghi ni a su dueño.

Fuentes del gobierno de Tierra del Fuego consultadas aseguraron que la firma es una importadora de marcas chinas y lo que visitó el hijo bobo de Franco Macri es un galpón de almacenamiento y que Noroghi no tiene línea de producción. "Tienen un par de empleados registrados, un jefe de galpón que no sabemos lo que es. Hasta la pagina es trucha", dijeron. "Son intermediarios que importan desde China y venden servicios a los negocios locales. En el video de Macri se ve claramente que no es una fábrica, es un depósito", agregaron.

"Esto es peor que lo que hicieron con el viaje en colectivo, es una aberración. Podrían venir a Tierra del Fuego donde tenemos 11.000 empleados reales en las fábricas y siguen aguantando los decretazos del Goberno Nacional contra la industria", dijo un integrante de la mesa chica de la gobernadora Bertone. "Fue un montaje", resumieron.


Se trata de un nuevo tropiezo en la comunicación del régimen macrifascista, que en los últimos días quedó en el ojo de la tormenta por el fallido montaje de una "visita" de Macri a una pareja de jóvenes emprendedores de Escobar que -según el relato oficial- en medio de la crisis abrió una pizzería. Pero todo terminó saliendo mal.

Primero el subnormal fue acusado de utilizar el helicóptero presidencial para ir a buscar a su hija Antonia al jardín para hacerla participar de la filmación. Luego, quedó en evidencia fácilmente que la visita de espontánea no tuvo nada, mucho más cuando salió a la luz que los dos emprendedores eran además empleados públicos.

Esto último se conoció cuando el idiota confeso posteó una queja en las redes sociales porque la pareja fue víctima de ataques de cientos de usuarios. Esto generó otro escándalo ya que el PRO hizo del ataque de trolls y usuarios fanáticos en redes a todo el que osara criticar al régimen, una marca de época. Incluso, luego se supo que el pizzero de Escobar era un fanático macrifascista que en Twitter atacaba a periodistas y dirigentes de la oposición. El papelón se completó cuando se descubrió que la queja de Macri Blanco Villegas contra los trolls contenía conceptos de Adolf Hitler. 

Los bleff de la fábrica y la pizzería tienen su antecedente más conocido con el supuesto viaje en un colectivo de línea que Guillermo Dietrich le armó al pelotudo hijo de puta en Pilar y que no terminó siendo otra cosa que un montaje, ya que el micro estaba estacionado en una zona alejada a la que el infeliz llegó en helicóptero.

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