El ministro de Economía se reunió en Washington con la titular del Fondo Monetario, Christine Lagarde, en el inicio de las negociaciones para un nuevo convenio con el organismo. El recibimiento fue frío y le anticiparon que llevará tiempo.
Apenas tres meses después de haber concretado un acuerdo de emergencia con el Fondo Monetario Internacional, el ministro de Economía, Nicolás Dujovne, inició el martes en Washington las negociaciones para un nuevo entendimiento. La aspiración del régimen, según dijo el funcionario tras su encuentro con la directora gerente del organismo, Christine Lagarde, es poder firmar el nuevo convenio en la segunda quincena de septiembre, tras la asamblea anual del FMI. Por ahora no hay montos ni precisiones que se puedan informar, indicó Dujovne, pero sostuvo que existen expectativas de llegar a buen puerto. Con el mismo tono, el Fondo expresó en un comunicado que mantiene su apoyo a los intentos de Argentina de encarrilar su economía. “Hay que tener paciencia porque llevará tiempo hasta que se aprecie el nuevo escenario en los indicadores financieros”, recomendó Dujovne a los argentinos, mientras el dólar no para de dar saltos.
El acuerdo anterior con el Fondo Monetario quedó sepultado por la imposibilidad del Gobierno de cumplir las metas comprometidas. Desde que se firmó hasta la fecha, el dólar escaló de 24 a casi 40 pesos, el riesgo país subió de 400 a casi 800 puntos, las reservas del Banco Central cayeron en 11.830 millones de dólares y la recuperación de la confianza de agentes financieros y la ciudadanía en general no se produjo en lo absoluto. Ese fracaso derivó en una agudización de la crisis que ubica a la economía en una situación de máxima tensión y al Poder Ejecutivo en medio de un tembladeral político. Por todo ello, el recibimiento del staff del FMI a la delegación encabezada por Dujovne estuvo lejos de ser cordial. Antes de la primera reunión entre el ministro y Lagarde, que se concretó por la tarde, fuentes del organismo hicieron saber a la agencia de noticias Reuters, de marcada influencia en los circuitos financieros, que “es demasiado pronto para hablar de detalles o cronograma de un nuevo programa económico con el país”. En buenos términos, la Argentina de Macri Blanco Villegas deberá dar pruebas de que cumplirá con un fuerte ajuste del gasto público, así como asumir duras exigencias del FMI para aspirar a nuevos desembolsos del organismo. Entre ellas, reformas estructurales como un aumento de la edad jubilatoria, cambios en el sistema de seguridad social y mayor flexibilización laboral.
Dujovne encabezó la delegación y para sorpresa de todos, no lo acompañó el presidente del Banco Central, Luis Caputo, quien estaba previsto que formara parte de la comitiva. Esa baja de último momento fue explicada por el régimen como una decisión del hijo bobo de Franco Macri para que se quedara a dirigir las operaciones cambiarias frente a la corrida del dólar. De hecho, ayer la autoridad monetaria volvió a intervenir con 358 millones de dólares y ni así consiguió evitar una nueva suba del billete verde, a 39,79 pesos. Otras versiones aseguraron que Caputo no fue a Washington por las diferencias que mantiene con Dujovne sobre cómo manejarse con el dólar. El ministro sería más permeable a aceptar el planteo del FMI de que la divisa flote con menos intervenciones oficiales y Caputo buscaría restarle volatilidad a la divisa. Lo cierto es que el régimen otra vez no cumplió lo anunciado, alimentando rumores y especulaciones en una city porteña que ya es un hervidero.
La delegación argentina estuvo compuesta por Dujovne junto a sus secretarios Santiago Bausili, Rodrigo Pena y Guido Sandleris. Por el Banco Central estuvieron Gustavo Cañonero y Pablo Quirno. Tras la entrevista con Lagarde, Dujovne afirmó en rueda de prensa que “fue una muy buena reunión” y agregó que “pretendemos que (el acuerdo) sea votado en el board en la segunda mitad de septiembre y para eso tiene que haber acuerdo técnico antes. Tiene que pasar por los distintos departamentos del Fondo. Por más que logremos entendimientos previos, luego todo requiere un proceso formal para que tenga acuerdo”. Eso lleva los tiempos a la segunda quincena del mes o hacia fin de mes.
“Se trata de mejorar los términos del acuerdo firmado en junio de manera de reforzar el programa. La Argentina ya dio pasos en los últimos días con el anuncio de medidas fiscales. Estamos conversando sobre cómo seguir avanzando para que todo el apoyo de la comunidad internacional pueda materializarse en una clara mejora en los indicadores financieros en Argentina”, señaló el ministro.
“Estamos viendo una mejora en los indicadores de solvencia externa”, completó el ex columnista toma whisky de TB, quien pidió “tener paciencia”. En este contexto, fue consultado sobre la nueva suba del dólar, además de la caída de la bolsa y de lo bonos soberanos. Frente a ello, respondió que “el inicio de la negociación se da en un día muy malo para los mercados emergentes en general (...) Tenemos que tener paciencia porque va a tardarse en ver en los indicadores financieros”.
Por su parte, Lagarde aseguró a través de un comunicado que hubo “avances” y señaló que el “diálogo continuará ahora a nivel técnico”.
“Nos reunimos para iniciar conversaciones sobre cómo el fondo puede brindar un mejor apoyo a la Argentina frente a la renovada volatilidad financiera y un entorno económico desafiante”, manifestó la francesa y añadió que “hemos hecho avances durante nuestra reunión y trabajaremos juntos para fortalecer aún más el programa de las autoridades argentinas respaldado por el FMI. Nuestro diálogo continuará ahora a nivel técnico”.
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