Por Alejandro Iglesias para Diario Popular
La Asociación de Médicos de la Actividad Privada (AMAP) aseguró que esta nueva modalidad de atención, muy utilizada por prepagas, es contraria al código de ética y puede generar diagnósticos erróneos. “Dejan a los profesionales como telefonistas”, advirtieron.
Especialistas alertan sobre una nueva modalidad de atención médica en la que los profesionales atienden a los pacientes a través de una teleconsulta, lo que implica un riesgo para la salud del afectado, por la imprecisión que deriva de este tipo de diagnóstico.
Desde la Asociación de Médicos de la Actividad Privada (AMAP) denunciaron que esta práctica se vuelve cada vez más habitual en las prepagas, que “buscan incrementar sus beneficios económicos y terminan reduciendo a los médicos como si fueran telefonistas”.
“Algunas empresas de salud ponen una persona a atender el teléfono, pero no sabés si el paciente está pálido o qué le pasó. No lo tocás, no lo vés. ¿Cómo podés hacer un diagnóstico? Entiendo que aumenta la rentabilidad, que disminuyen gastos, pero es una barbaridad, una grosería y muestra el desprecio de las empresas por el trabajo médico”, detalló el secretario general de AMAP, Héctor Garín.
El médico lamentó el accionar de algunas prepagas -que van a aumentar nuevamente, esta vez un 8%- al señalar que “te hacen creer que vos podés atender en tu casa en calzoncillos, tomando mate. Esto dicho textual por ellos. Pero terminás trabajando con 4 pacientes por hora, cobrando el valor de una consulta. Eso muestra el desprecio por el trabajo médico”.
Consultado por la posibilidad de un mal diagnóstico, Garín sentenció que “el paciente accionaría contra la empresa y contra el médico, pero el que queda desprotegido es este último. Por ejemplo, en el seguro por mala praxis hay un vacío. No se sabe si te cubre”.
“El código de ética que tiene la Confederación Médica de la República Argentina (COMRA) dice claramente en el artículo 115 que está prohibido para el médico atender por vía telefónica o por Internet”, argumentó, al tiempo que opinó que “la telemedicina modifica las condiciones laborales de manera negativa, ya que los profesionales toman una posición de ‘telefonistas’, encargados de recibir los llamados de los pacientes y de ofrecerles una solución vía telefónica o por videoconferencia”.
A su vez, el especialista advirtió que “entre un 60 y 70% de los pacientes acepta y prefiere este método”, aunque aclaró que “no tienen conocimientos científicos para realizar esta evaluación”, siendo damnificados. “Pierde el paciente que ya no recibe una atención médica adecuada y no cuenta con la presencia contenedora del profesional”, precisó.
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