Los dichos de Elisa Carrió sobre Jaime Durán Barba generaron chispazos en el seno de la alianza de derecha Cambiemos. El jefe de Gabinete, Marcos Peña Braun Menéndez, consideró ayer que fue "una expresión poco feliz", que puede "surgir de un malentendido", el pedido de la diputada de matar al consultor ecuatoriano y asesor de comunicación del régimen macrifascista.
"Fue una expresión poco feliz. Lilita es alguien que siempre ha militado por la paz y la no violencia. Hay que tener cuidado con las palabras", señaló Peña Braun Menéndez sobre los dichos de Carrió, quien apuntó contra Durán Barba el jueves pasado en declaraciones televisivas.
Al respecto, el sorete mal cagado opinó que Carrió "está planteando una disidencia con la política de comunicación, que también puede surgir de un malentendido" y negó apreciaciones de la líder de la Coalición Cínica: "estamos convencidos de que hay que salir a hablar y a explicar".
La enferma mental había dicho: "mátenlo a Durán Barba, tienen mi aval. Todos los diputados de Cambiemos tenemos que salir a explicar, tenemos un deber, la gente nos apoyó". En otro pasaje de sus declaraciones, Carrió lanzó un reproche: "hay errores de comunicación, yo vine a la política a decir las cosas que pasan. Estoy harta de Durán Barba. Este hombre ordena no comunicar".
Peña Braun Menéndez subrayó que "con Lilita hemos hablado montones de veces estos días, estamos en un momento de mucha articulación con todo Cambiemos" y que "más allá de las discusiones puntuales de hace un par de semanas, hoy sentimos un Cambiemos muy consolidado".
Sobre las negociaciones con el FMI para obtener un crédito de 30 mil millones de dólares aproximadamente, el ministro coordinador negó que el organismo internacional vaya a definir un diagrama económico para el país. Pero no ahondo en el paquete de condicionalidades asociadas al préstamo stand-by que busca la Argentina: reducción del déficit fiscal, mayor apertura comercial, liberalización financiera y profundización de las reformas estructurales. El régimen macrifascista, según declaró ayer a la mañana el jefe de Gabinete, tiene "claro el camino para dónde ir". Aunque no especificó cuál sería.
"La solución a nuestros problemas depende de los argentinos. Ni el Fondo Monetario va a ser una solución mágica, ni nos va a complicar las cosas, depende de nosotros", sostuvo al respecto el ministro coordinador, para quien "tenemos una oportunidad clara, no estamos lejos de llegar a ese lugar de equilibrio que nos permita salir de la vulnerabilidad que hemos acumulado".
Finalmente, en declaraciones radiales, Peña Braun Menéndez dijo que éste no era el peor momento del régimen fascista de la alianza de derecha Cambiemos y apuntó a “los primeros tres o cuatro meses”, el momento que “tuvimos que poner de pie” a un país “en una situación muy complicada y de mucha incertidumbre". A su juicio, “no estamos alejados de la angustia y la preocupación que registramos” y señaló que “estamos por el único camino posible”, y le pidió nuevamente a la población un “esfuerzo” que, prometió, “va a tener su rédito”.
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