En la Unión Industrial Argentina (UIA) creen que los insultos y las acusaciones de la desquiciada Elisa Carrió no son producto de la casualidad. Los empresarios sospechan que se trata de una maniobra empujada por Mugrizio Macri Blanco Villegas, enojado por algunas críticas.
El domingo, la líder de la Coalición Cínica dijo que en la entidad fabril "hay hijos de puta".
Días antes, los había vinculado con los "devaluacionistas de siempre" que empujan l acorrida cambiaria.
Previsible, la declaración cayó muy mal en la UIA y según se supo, fue tema de debate este lunes.
La bronca fue tal que algunos propusieron mandarle una carta documento a Carrió para pedirle que aclare sus dichos y en todo caso identifique a quiénes considera "hijos de puta". La acción sería el paso previo a denunciar a la diputada, pero por ahora se decidió no hacerla.
Los industriales creen que detrás de la embestida de la enferma mental está el hijo bobo de Franco Macri y sospechan que hay dos motivos. Por un lado, saben que al subnormal le cayó mal la columna de Luis Pagani en la que sostuvo que "no hay un plan económico" y ven un contraataque perpetrado por la líder de la Coalición Cínica.
Por otro lado, algunos piensan que en realidad la estrategia de algún sector del régimen fascista es buscar un culpable por las turbulencias económicas de las últimas semanas. Algo similar habían sospechado en marzo cuando Francisco Cabrera los trató de llorones y vieron la mano de Jaime Durán Barba.
Públicamente, los únicos que salieron a responderle a Carrió fueron José Urtubey y Alberto Sellaro, dos dirigentes de segunda línea. El primero dijo que las declaraciones de la gorda incogible fueron "maliciosas, dañinas e irresponsables", en tanto que el dirigente de la Cámara del Calzado dijo que "la diputada es suelta de boca y después tiene que pedir disculpas". El vicepresidente de la entidad, Daniel Funes de Rioja, evitó confrontar.
Por detrás de esta situación empieza a aparecer en la UIA una interna clásica de la entidad. Por un lado, el sector de las alimenticias lideradas por Pagani, que es uno de los que más sufre las consecuencias de la situación económica, por la pérdida del poder adquisitivo, caída del consumo y la disparada de costos.
Por otro lado, se ubica Techint, liderando el sector de la industria pesada. El holding de Paolo Rocca arrancó muy mal su relación con el régimen fascista de Mugrizio Macri Blanco Villegas pero terminó cerrando filas porque la Rosada se movió fuerte para garantizarle las exportaciones a Estados Unidos y frenar las importaciones de China, con lo que está totalmente alineada.
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