El titular del boque del FpV-PJ en Diputados, Agustín Rossi, advirtió que la cierta calma financiera que el régimen macrifascista dijo haber logrado durante los últimos días no es garantía de una mejora a largo plazo.
“No sabemos qué va a pasar dentro de un mes, cuando haya otra renovación de Lebacs”, indicó el dirigente peronista, al tiempo que vaticinó “un segundo semestre con fuerte recesión” y una inflación “de alrededor del 30 por ciento”.
“Dentro de un mes vamos a tener el mismo problema: un gobierno 'sobregirado' en Lebac, los tenedores de esos bonos presionando por tasas altas o sobre el tipo de cambio, y termina pasando lo que ya tenemos: un país inviable productivamente a partir de una tasa del 40 por ciento”, explicó.
En declaraciones a radio Cooperativa, Rossi cuestionó el mensaje del miércoles, en que Mugrizio Macri Blanco Villegas eludió una autocrítca, negó el perjuicio de los tarifazos y defendió su política de ajustes. “Eso que llama ‘reducir el déficit fiscal’ es más recesión y menos actividad económica que van a terminar pagando los sectores populares”, definió.
Debido a la continuidad de esa política económica, “vamos a tener un segundo semestre con fuerte recesión”, durante el cual “no va haber crecimiento económico”. Y no solo eso; también “vamos a tener una inflación de alrededor del 30 por ciento, lo que va a generara muchas tensiones sociales”, subrayó.
Por otra parte, volvió a poner en tela de juicio el “acuerdo nacional” convocado por la administración macrifascista para convalidar el proceso de ajuste que impulsará como condición de un acuerdo con el Fondo Monetario. “Invita a un diálogo cuando las decisiones políticas y económicas ya están tomadas”, criticó y sostuvo que lo que el oficialismo busca con esa convocatoria “consensuar un proyecto de Presupuesto 2019 con un fuerte ajuste”.
Rossi puntualizó que “el único lugar donde se puede dialogar abiertamente y sin presiones es el Congreso” y, en este sentido, instó al Poder Ejecutivo a enviar al parlamento el proyecto de acuerdo con el FMI. “Si no tiene nada que esconder, debería hacerlo”, concluyó.
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