Francisco de Narcováez está de vuelta. El narcolorado está decidido a invertir en un armado para volver al ruedo electoral el año próximo. Su obsesión es hacerle daño a un enemigo personal: Mugrizio Macri Blanco Villegas.
En febrero, De Narcováez reunió a un grupo de personas en una cena. Fue después del recital de Rod Stewart en GEBA. Allí entre platos gourmet y buenos vinos blanqueó su interés por armar una alternativa política que le haga frente a la alianza de derecha Cambiemos.
En rigor, más que un armador político, el narcolorado se alza como un financista del armado. Así lo dejó en claro en la cena donde los nombres de los comensales mostraban lo variopinto de la convocatoria.
De Narcováez dejó en claro su objetivo: hacerle daño a Macri Blanco Villegas. Es que ambos son enemigos desde hace muchos años. El odio entre ambos es radical, siempre compitieron por política, negocios y fama. Quienes participaron de cerca en la campaña de 2009 (en la que el ex hijastro de Flavia Palmiero, el narcolombiano y Felipe Solá derrotaron a Néstor Kirchner) recuerdan la tensión cada vez que estaban juntos.
La última vez que se mostraron juntos fue en un frío encuentro en Olivos donde el narcolorado le anunció la venta de una parte de sus acciones en la marca de indumentaria Rapsodia al fondo de inversión L. Catterton.
En los últimos meses, De Narcováez pasa sus días entre Argentina y Estados Unidos. Es que en tierras norteamericanas se estaría tratando de un problema de salud. Sin embargo, está decidido a volver a la escena electoral.
Según pudo saberse, piensa en armar algo transversal en la provincia de Buenos Aires y buscar un emergente a nivel nacional. Se sabe que lo quiere a Marcelo Tinelli, esa es la figura máxima que puede encarnar un proyecto presidencial. Es claro que el conductor de Show Match no tiene competencia en niveles de conocimiento y puede mostrar su gestión en San Lorenzo, si se quiere un camino similar al que hizo Macri Blanco Villegasen Boca Juniors.
Quien está jugando de lleno en el -todavía incipiente- armado del narcolombiano es Facundo Manes. El neurólogo se fue muy mal del espacio de Cambiemos tras el cierre de listas del año pasado. Por esos días, Manes tenía cerrada su candidatura a diputado nacional a través de un acercamiento a María Eugenia Vidal. Sin embargo, los problemas asomaron en las horas previas al cierre cuando desde el PRO quisieron cobrarle al radicalismo por ese escaño. Desde la UCR no reconocieron al neurólogo como propio y su lugar en la lista de deshizo.
Esta semana Manes pasó por Crónica TV y dejó muy claro su posición respecto del régimen macrifascista. "Necesitamos tener un propósito de país. Hoy no sabemos cuál es el objetivo a mediano plazo. ¿El propósito de este país cual es? ¿Bajar la inflación? Yo quiero vivir en un país que tenga otro propósito", dijo y trazó un panorama social que ni La Cámpora se animaría.
"De 10 chicos, cuatro tienen malnutrición. La mitad de los chicos viven en la pobreza. De 100 chicos que entran a la primaria, la mitad abandona cuando llega a la secundaria y de los que se reciben solo la mitad comprende un texto. Nosotros tenemos un país que no sabe leer, que no come bien", afirmó.
En principio, lo que De Narcováez dejó trascender en la cena de Parque Norte (en la que estuvo hasta Fernando "Pato" Galmarini) es que él no sería parte de las listas. En principio su salud podría ser un condicionante, pero además su último episodio público no acerca la mejor imagen.
Sin embargo, quienes lo conocen afirman que el narcolombiano no se podrá mantener al margen. Su perfil y personalidad le imponen un personalismo extremo. Por eso, descartan que él sea prescindente como candidato.
Quienes ponderan su candidatura, destacan que es posible reconvertir ese episodio y transformarlo en algo positivo. Pero además, destacan su figura en la provincia de Buenos Aires ante una orfandad de candidatos como pocas veces se vio. Por eso, un esquema donde Tinelli vaya por la presidencia, Manes como primer diputado y el propio De Narcováez como candidato a gobernador hace ilusionar incluso a quienes se alejaron de él.
Es que la gobernación siempre fue una obsesión. Con María Eugenia Vidal no existen conflictos, pero si con muchas figuras que orbitan en la alianza de derecha Cambiemos. Una de esas personas es su ex esposa Agustina Ayllón. Según trascendió, el empresario y la ex modelo mantienen un fuerte litigio judicial tras la separación.
Ayllón rehizo su vida con Agustin Freixas, el titular de Matrice Consulting, una consultora que acumula contratos millonarios con los gobiernos de la Ciudad, la provincia de Buenos Aires y la Nación.
Sin embargo, las reuniones previas no salieron bien. Tinelli se quedó espantado del ansia de protagonismo de Manes a quien en la intimidad califica como un "ególatra".
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