Asó lo reveló la Universidad Nacional de Avellaneda. Otro dato: la brecha promedio para salir de la pobreza creció casi dos puntos.
Seis argentinos por minuto se incorporan a la pobreza en Argentina como consecuencia de la devaluación, reveló un informe elaborado por la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV), publicado ayer.
Otro aspecto sintomático de la foto de pobreza actual, tiene que ver con la brecha media de los hogares pobres. En solo dos años y medio, la brecha de ingresos promedio para salir de la pobreza creció casi 2 puntos, mientras que su paralelo en materia de indigencia aumentó 0,2 puntos.
Así, la brecha media de pobreza expresada en términos de salarios mínimos, pasó de 70,5% al 117,8% desde 2016 a la fecha, asegura el trabajo de la UNDAV.
El trabajo registra el impacto de la devaluación en materia de pobreza, junto con otros indicadores sintomáticos del deterioro de las condiciones de vida.
Los números derivados de la estadística pública marcan una caída de casi 13 puntos de poder de compra de los salarios sobre la canasta básica.
Esto determina un notable crecimiento de la pobreza, que consolida un promedio del 35,4%, con picos del 52,6% para niñas y niños de 0 a 14 años, y del 42,3% para jóvenes de 15 a 29 años.
La situación de pobreza extrema también se agudizó en estos años. Por caso, desde el segundo semestre de 2016 al primero de este año, se incrementó 1,6 puntos porcentuales, llegando al nivel del 7,7%.
Por su parte, la Universidad Católica Argentina (UCA) estima que mientras en el 2015 el porcentaje de indigentes alcanzaba el 4,5%, pasó a alcanzar el 6,1% en 2018.
En el caso de los menores (0 a 17 años) el porcentaje pasó desde el 7,8% hasta el 10,9%. Con lo cual, uno de cada 10 niñas, niños y adolescentes en Argentina no llegarían a cubrir siquiera un consumo alimentario básico, se resalta en el estudio.
En el caso de los menores (0 a 17 años) el porcentaje pasó desde el 7,8% hasta el 10,9%. Con lo cual, uno de cada 10 niñas, niños y adolescentes en Argentina no llegarían a cubrir siquiera un consumo alimentario básico, se resalta en el estudio.
En el caso de la tasa de pobreza que estima la UCA, la misma pasó del 30% de la población en el 2015 al 33,6% sobre el cierre del 2018. Pero en el caso de los menores de 17 años pasó del 46,1% hasta el 51,7%.
Entre el periodo 2014-2016 a 2016-2018, la FAO estimó un aumento desde 2,5 millones de personas a los 5 millones con inseguridad alimentaria grave en el periodo en consideración.
Por otro lado, la pobreza alcanza a más de 10 millones de personas y representa un crecimiento de más de 3 millones de nuevos pobres desde el 2017. En el caso de la indigencia, son más de 2 millones de personas que no llegan a cubrir la canasta alimentaria, representando un crecimiento de más de 500 mil personas en apenas 2 años.
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