Un comando pro-Rodrógiez Larrata tapó la cartelería oficial de Lammens con afiches de recitales de bandas que no existen, sin fecha ni hora. En respuesta, se reparten volantes falsos que anuncian la instalación de 85.00 parquímetros y el estacionamiento medido.
Luego del anodino debate de candidatos a jefe de Gobierno de la Ciudad, la campaña electoral se recalienta con una guerra de afiches y volantes truchos en las calles porteñas. Rodríguez Larrata versus Lammens; Matías versus Horacio. Los dos principales postulantes con chances de ganar los comicios asoman en el centro de la polémica.
Por un lado, aparecieron pegados miles de afiches callejeros sobre la cartelería oficial -y habilitada- de Lammens y el Frente de Todos. Son carteles colorados que promocionan recitales de bandas musicales que no existen, sin dirección ni fecha exacta, organizados por productoras de fantasía. ¿El objetivo? Tapar el mensaje político del presidente de San Lorenzo.
El “tapado” de afiches con carteles truchos no es un artilugio nuevo de las campañas electorales argentinas. Lo que es una novedad es que para “esconder” a Lammens utilizaron los mismos nombres de los grupos que en 2015: ME TOK, PLAN-B, JUANCHO Y SUS CRAYONES. La única diferencia es el precio: para las elecciones pasadas la entrada de los caballeros era de $ 25 sin consumición hasta las 2. Hoy, cuesta $ 200.
En las usinas opositoras no se quedaron atrás. Con astucia para instalar un tema espinoso para el PRO, militantes anti-Larrata repartieron por Caballito, Flores, Almagro y otros barrios unos volantes que a golpe de vista parecen pertenecer al régimen porteño. Sin embargo, una lectura fina del mensaje permite identificar que fueron obra de sus rivales. El espacio entre la "E" y la "S" en la firma los delata.
Con dos modelos distintos, uno con foto de Rodríguez Larrata y Santilli y otro similar a la folletería oficial del régimen de la CABA, los provocadores opositores buscan informar a los vecinos distraídos de que en los planes a futuro de la actual gestión se incluye el cobro de estacionamiento medido con 85.000 nuevos parquímetros. El efecto buscado es acertado: no hay peor noticia para un vecino porteño que le digan que va a tener que pagar para estacionar su auto en la puerta de su casa.
La novedad el caso de los volantes truchos es que también circula por WhatsApp un documento con el supuesto listado de las miles de cuadras de la ciudad de Buenos Aires donde próximamente Rodríguez Larrata instalará un parquímetro.
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