La jugada tiene el respaldo de los Estados Unidos y busca marcarle la cancha a Alberto Fernández.
El régimen fascista de la alianza de derecha Cambiemos analiza romper relaciones diplomáticas con Venezuela en una jugada que tiene el respaldo de los Estados Unidos para marcarle la cancha a Alberto Fernández, según afirmaron fuentes de "la línea" de Cancillería.
El conflicto venezolano se trata de la principal preocupación de la administración Trump en la región. Los funcionarios estadounidenses se encargan de dejarlo en claro en cada reunión con allegados del candidato peronista, pero dudan de su compromiso con la causa. Más aun luego de sus acusaciones al país del norte de generar hambre con "un bloqueo espantoso".
Es por eso que con esta decisión quieren ponerlo en aprietos para que le sea difícil una marcha atrás después del 10 de diciembre, si se confirma su triunfo de las PASO. A su vez, lo obligaría a criticar la medida en plena campaña electoral para el beneficio de Cambiemos.
Casualmente, la ruptura se daría un día después del apoyo de Trump al ingreso de Argentina a la OCDE, una de las obsesiones que se planteó Macri Blanco Villegas ni bien comenzó su mandato. Al mismo tiempo, coincide con la denuncia del grupo de Lima de un supuesto intento de Golpe de Estado en Ecuador orquestado por el régimen de Maduro.
Si bien del Palacio San Martín se jactan de "no tener relaciones con Maduro desde el 10 de enero de este año cuando se reconoció a Guaidó", lo concreto es que el cuerpo diplomático se mantuvo y tanto la embajada argentina en Caracas como la venezolana en Buenos Aires operan con normalidad.
Sucede que se trata de una medida extrema que en el continente solamente fue tomada por Paraguay ya que conlleva una serie de problemas en gestión de trámites para los 15.000 argentinos que viven en el país caribeño -4.000 de ellos se calcula que no están registrados-, así como las empresas de capitales nacionales instaladas allá. Tal es así que el propio Juan Guaidó pidió en enero que la comunidad internacional no rompa relaciones con su país.
Desde el entorno del canciller "Jorge "medio polvo" Faurie solamente reconocieron que ayer se recibirían las cartas credenciales de la embajadora de Guaidó Elisa Trotta, lo que "anularía formalmente al embajador de Maduro".
A nivel local, el conflicto venezolano también ha venido ganando espacio en la agenda electoral del oficialismo, con constantes acusaciones de Miguel Ángel Pichotto sobre la existencia de "una estructura de operadores cubanos y venezolanos en el kirchnerismo".
Por su parte, el ministro de Justicia de la Nación, Germán Garavano preparó un documento con diversos testimonios de venezolanos residentes en la Argentina para entregar a la Corte Penal Internacional (CPI) que denuncia ejecuciones extrajudiciales, torturas, privaciones ilegítimas de la libertad, desapariciones forzadas, violencia sexual y persecución política.
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