La estrategia oficial se definió en una reunión de la que participaron Frigerio y Lacunza y los legisladores Monzó, Pichotto y Pinedo. El ministro de Hacienda no irá al Senado mañana.
Así lo confirmaron fuentes oficiales al cabo del encuentro que ayer al mediodía mantuvieron el ministro de Hacienda y su par de Interior, Rogelio Frigerio,junto a Miguel Ángel Pichetto, Emilio Monzó, Federico Pinedo y Sebastián García de Luca en la planta baja de la Casa Rosada. De esta manera, el oficialismo se tomará más días para buscar consensos en torno al proyecto de ley de renegociación de la deuda con bonistas bajo norma argentina que iba a ser enviado este lunes al Senado. La decisión se da horas después de los anuncios del domingo vinculados al control de cambios.
"Queremos que llegue con acuerdo de la oposición. Esta semana va a haber reuniones con el PJ en esa línea", explicaron voceros del régimeno tras la reunión. El macrifascismo busca el visto bueno del kirchnerismo, de los gobernadores y de los bloques con representación parlamentaria.
Al final de la semana pasada ya había habido contactos con Agustín Rossi, jefe de la bancada en la Cámara baja, y con otros miembros del Frente de Todos. Alberto Fernández, en tanto, llegó ayer pasado el mediodía argentino a Madrid.
Según fuentes gubernamentales, las conversaciones se intensificaron desde ayer a la tarde, en el Congreso. Tras el encuentro, de hecho, Frigerio, Monzó y De Luca, viceministro del Interior, salieron juntos de Casa Rosada. El proyecto, resaltan, podría ingresar al Senado recién a partir de la semana próxima.
Lacunza había repartido su tiempo del fin de semana entre las medidas anunciadas antes de ayer, vinculadas al control de cambios, y el proyecto de ley de renegociación de la deuda.
Ayer al mediodía, la llamada "ala política" del régimen se convocó en las oficinas de Frigerio para afinar la estrategia parlamentaria, tras la reunión de Gabinete encabezada por Macri Blanco Villegas. Monzó llegó sobre el final del encuentro.
En este sentido, Lacunza ya habló con el equipo de Alberto Fernández, con referentes de Consenso Federal, el espacio que lidera Roberto Lavagna, y con economistas del oficialismo como Martín Lousteau y Carlos Melconián. En todos los casos, Lacunza recibió un apoyo explícito que, ahora, se tiene que materializar en el recinto de sesiones del Senado y Diputados.
Tras esta ronda de conversaciones, el ministro de Hacienda dedicó sus horas a pulir con sus asesores legales la letra chica del proyecto anunciado el pasado miércoles y consultado al FMI. El texto prevé la renegociación de la deuda de mediano y largo plazo bajo jurisdicción local.
El funcionario iba a presentarse este miércoles frente a los 20 diputados y senadores que integran la comisión bicameral de seguimiento de la deuda, presidida por el peronista José Mayans e integrada por Axel Kicillof y Marco Lavagna, entre otros. Una reunión que ya había sido oficializada en la agenda de la comisión.
En esa reunión parlamentaria, el ministro iba a defender el DNU que preservó los plazos para pagar a las personas físicas con tenencias de títulos públicos, y postergó la liquidación de esos títulos que están en las arcas de las personas jurídicas.
Asimismo, Lacunza tenía pensado explicar cómo renegociará con los bonistas bajo ley nacional que también sufren la dilación en el pago de sus acreencias.
En este caso puntual, el proyecto ahora demorado establece el cambio de un bono por otro, y la incorporación de cláusulas de acción colectiva como ya sucede con los bonistas bajo legislación extranjera.
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