La suba del precio del petróleo a nivel internacional por los ataques terroristas a las refinerías de Arabia Saudita elevó notablemente la tensión dentro del sector energético por el congelamiento de combustibles decretado por el régimen.
El malhumor de las petroleras por el diferencial de precios está afectando el abastecimiento de combustible en las estaciones de servicio de bandera blanca (aquellas que no contraen ningún tipo de obligación contractual con la distribuidora).
"Miles de estaciones, especialmente en pueblos del interior, que brindan servicios sociales, si se quiere, como nafta para ambulancias, policía y bomberos, están desabastecidas desde hace cuatro días. Hemos hecho la denuncia en la secretaría de Energía porque queremos que empiecen las multas y que de una vez por todas entreguen el combustible. Lo tienen y no lo están entregando", afirmó ayer a la mañana el presidente Federación de Expendedores de Combustibles y Afines, Gabriel Bornoroni, en declaraciones radiales.
"Te hacen un promedio de lo que vendiste en los tres meses anteriores y no te venden ni un litro más de eso. Si querés más, te cobran un sobreprecio. Por eso hoy nadie sale a buscar clientes. No nos conviene", agregó.
Los conflictos comenzaron con la entrega de gasoil grado 3, un combustible que necesita de un gran porcentaje de importaciones para poder satisfacer la demanda total, que en el contexto actúan fueron frenadas a raíz de la resolución oficial.
El problema es que la reglamentación de Lopetegui no regula las compras externas, por lo tanto, no puede obligar a las petroleras a adquirir este insumo en el extranjero. Y de acuerdo a los últimos datos oficiales, el 73% de sus ventas domésticas totales (en el promedio de enero a abril) fueron abastecidas por productos importados. Es decir, que no hay posibilidades de que las firmas locales puedan reemplazar este faltante.
Se trata de un insumo vital para el sector agropecuario que podría complicar la próxima cosecha, ya que la mayoría de las cosechadoras y sembradoras de última tecnología no pueden utilizar un combustible de menor calidad.
Pero esta situación que se observa hace varias semanas hoy también alcanza al resto de los combustibles, aunque en menor medida. Según pudo averiguar este medio, hay unas 1.000 estaciones blancas que registran restricciones de entrega de algunas petroleras y refineros que a no quieren vender a este precio que acumula un atraso del 38%.
Los primeros roces se generan en este tipo de estaciones de servicio, dado que las refinadoras tienen contratos con los surtidores de su propia marca que le impiden suspender los pedidos. De todos modos, los especialistas advierten que en caso de no solucionarse su abastecimiento, el resto de las bocas de expendio también comenzarán a reflejar problemas ya que no darán abasto para la nueva demanda que deberán afrontar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario