El candidato presidencial del Frente de Todos coincidió con Evo Morales respecto de la agenda internacional y la importancia de la energía en la economía de Argentina y Bolivia.
Una relación de respeto con Estados Unidos es lo que propuso el candidato a la presidencia por el Frente de Todos, Alberto Fernández, en su breve parada en el hotel Camino Real de Santa Cruz de la Sierra, en declaraciones al portal oficialista Infobae, minutos antes de abordar un avión para visitar este sábado Lima, Perú, donde se reunirá con el presidente Martín Vizcarra.
"Estados Unidos es la primera potencia del mundo. Ningún país como Argentina puede enemistarse con Estados Unidos. Lo único que espero es que tenga una relación de respeto y madurez con nosotros como nosotros la queremos con Estados Unidos", expresa el ex jefe de Gabinete, sentado en el sofá de la habitación 914 del hotel, en el que la anteanoche se reunió con el presidente Evo Morales durante dos horas.
Fernández dice que no conoce en persona a Donald Trump ni a ningún alto funcionario de su gobierno, pero se ha encontrado con representantes de su embajada en Argentina. Define las reuniones con ellos como correctas y positivas.
Evita alimentar la polémica con el presidente de Brasil, Jair Bolsonazi, durante la conversación. "Mi vínculo no es con Bolsonaro sino con el pueblo de Brasil. Somos pueblos indisolublemente unidos. Debemos potenciar la unidad. Bolsonaro y yo somos coyunturales".
Sobre la situación de Venezuela, dice que mantiene su preocupación de siempre. "Hay que ayudar a que encuentre una salida y la salida es el diálogo, no es la intervención de terceros países. Que los venezolanos se sienten a hablar cómo encaran ellos el futuro. Yo propongo el diálogo de todos los venezolanos", afirmó.
Apoyo pleno a Evo Morales
Consultado sobre la habilitación de Evo Morales para una nueva reelección, a pesar de haber perdido el referéndum del 21 de febrero de 2016, ha expresado que no puede opinar sobre cuestiones internas de los países, pero sí referirse al afecto y al respeto que le tiene al mandatario boliviano.
"Lo conocí cuando no era presidente. Era candidato y desde ese momento sólo he visto crecer a Bolivia. Vamos a tener el vínculo que siempre tuvimos de comunidad, de hermandad y de apoyo pleno", afirmó el candidato presidencial del Frente de Todos.
Respecto de la continuidad del contrato de compraventa de gas entre Bolivia y Argentina, cree que es un tema puntual que se debe conversar, pero que está seguro de que se pueden entender. "El gobierno de Evo hablará el mismo idioma que el de mi gobierno", enfatizó.
Pone a Morales como un gran ejemplo de vocación latinoamericanista y afirma que ha sido para Bolivia un gran presidente porque cambió las estructuras económicas a favor de la gente.
Acerca de si el modelo económico boliviano es un ejemplo, opinó que cada país tiene peculiaridades. "Evo consiguió con la nacionalización de los hidrocarburos cambiar la estructura económica de Bolivia y con un régimen impositivo que gravaba a los más poderosos ha logrado equilibrar las cuentas públicas y una mayor igualdad en la distribución del ingreso", señaló.
Bien con el campo y los empresarios
"La experiencia que se ha vivido en Argentina es un llamado de atención a toda América Latina. Esas políticas no han servido, han sido muy costosas para nuestro país y para muchos países. No quiero hablar de terceros países para no lastimar a nadie, porque no me corresponde. Es un llamado de atención de lo que pasa cuando un país confía en un grupo de empresarios con ideas neoliberales muy dañinas para el desarrollo", sostuvo el candidato opositor.
Consultado sobre las medidas para revertir la crisis económica argentina, se comprometió a trabajar juntos con los empresarios y los trabajadores. "Vamos a potenciar nuevamente el consumo, que es algo que cayó estrepitosamente. Es una política deliberada del gobierno de Macri. Tenemos que poner en marcha nuevamente eso. Tengo la expectativa de que nos vaya bien porque los argentinos hemos vivido esta realidad y hemos logrado recuperarnos. Confío en la capacidad de recuperación que tenemos como país", sostuvo.
Alberto dice que de Macri Blanco Villegas no espera nada en la recta final de su régimen: "Solo espero que deje de hacer daño. Ha hecho y le sigue haciendo daño a Argentina, haciendo caer sus reservas sistemáticamente. El resto lo tenemos que resolver los argentinos en las urnas".
Sobre su relación con los empresarios argentinos, aseguró que "gracias a Dios está muy bien". Sostiene que las reuniones con la Unión Industrial Argentina (UIA) han sido más que positivas, en tanto que con los actores del campo también han sido buenas. "Hay confianza porque no pueden estar peor de lo que están hoy", afirmó.
El candidato presidencial no se cree aún el ganador de las elecciones del 27 de octubre, por lo que recomienda hacer campaña para convencer a más votantes. "Las PASO nos dieron una ventaja importante, pero uno no debe confiarse", dijo al respecto.
El planeta está complicado
A Fernández también le preocupan las complicaciones del mundo, sobre todo por la disputa comercial entre Estados Unidos y China: "Es un proceso recesivo que nadie quiere. El comercio crece poco y el PBI está estancado. Esto nos puede afectar".
El cambio climático es otro problema al que se le debe dar atención, puntualiza, ya que hay situaciones extremas como las de la Amazonia y las inundaciones inesperadas.
Su reunión con el presidente de Perú, Martín Vizcarra, ha sido solicitada por él mismo. "Me parece que el presidente de Perú ha tomado últimamente posiciones importantes con respecto a las intervenciones de los estados americanos. Debemos reconstruir lo que alguna vez tuvimos de un continente unido que enfrentaba el fenómeno de la globalización con inteligencia y unidad", agregó Alberto al filo de su visita a Santa Cruz de la Sierra, donde permaneció unas 15 horas.
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