Ayer se oficializó el aumento de la energía eléctrica, que sube hasta 32 por ciento. También aumentan la medicina prepaga, que tendrá un nuevo salto del 5 por ciento, y las garrafas de gas. A mitad de mes vuelve a subir el transporte: el boleto mínimo de colectivo quedará en 16,50, mismo valor que tendrá el subte porteño.
Con febrero comienza una nueva zaga de los aumentos macrifasciststas. Al ya confirmado tarifazo del 26 por ciento promedio en la luz, que no será el único en el año, entrarán en vigencia los anunciados incrementos en colectivos, trenes, subtes, prepagas y gas envasado.
Estas subas, que para los trabajadores son inevitables de esquivar, presionarán aún más el costo de vida -que en 2018 en 47,6 por ciento- y el índice la inflación, factores que podrían ser determinantes en este año electoral.
A mediados de este mes, las tarifas del transporte en la zona metropolitana del transporte volverán a escalar, tal como lo prometiera el ministro de esa área, Guillermo Dietrich, no bien comenzó el año. El boleto mínimo de colectivos que ahora es de 15 pesos aumentará 1,50 más y se ubicará en 16,50.
En los trenes, la cosa será similar. En el Ferrocarril Mitre, Sarmiento y San Martín, el viaje mínimo costará 11,25 pesos, es decir 1,25 pesos más que en la actualidad.
Mientras tanto, en las líneas Roca, Belgrano Sur, el boleto pasará a costar 7 pesos, o sea 75 centavos más. Este monto también se aplicará a los viajes del Urquiza, donde el viaje más corto valdrá 7,25 pesos. La suba será un tanto menor en el Belgrano Norte, que ajustará su pasaje más bajo con 50 centavos más y elevará su mínimo a 6,25.
El subte porteño que desde enero pasó a costar 15,50 pesos, llegará en febrero a los 16,50 pesos. De la misma manera, el Premetro valdrá 6 pesos, es decir 50 centavos más.
En total, está previsto que el escalonamiento de aumentos y aumentos y aumentos en los transportes cierre el año en 68,7 por ciento, siempre y cuando el régiman fascista de la alianza de derecha Cambiemos no saque de la galera un nuevo justificativo para faltar a su promesa. Ya lo anticipó Dietrich en aquella conferencia de prensa del 3 de enero pasado: "Veremos si hay más aumentos".
Las empresas de medicina prepagas son otra carta fija en la política de ajuste macrifascista. Con la excusa de que los insumos están dolarizados y de "cubrir los costos médicos inflacionarios", la Superintendencia de Servicios de Salud ya había anunciado que los distintos planes subirán el 5 por ciento a partir de hoy.
La notificación ya fue hecha a los clientes de ese servicio, pero desde ya que este aumento no será el único, tal como ocurrió desde que el ex hijastro de Flavia Palmiero llegó a la Casa Rosada. Desde entonces hubo un promedio de cinco aumentos por año. Solo en 2018, la medicina privada se encareció 40,2 por ciento.
Finalmente, el régimen anunció nuevos valores para las garrafas a aplicarse desde el mes que comenzó ayer. De esta manera, una garrafa de 10 kilos tendrá un costo de 160,28 pesos para el fraccionador, 240,97 pesos para el distribuidor y 267,70 pesos para el público. La secretaría de Gobierno de Energía estableció que el subsidio para los beneficiarios del Plan Hogar será de 152 pesos por garrafa.
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