miércoles, 30 de enero de 2019

En Santa Fe y Córdoba protestan porque Marcos Peña Braun Menéndez no ordena las internas

La falta de definiciones de parte de la Casa Rosada para resolver las internas más calientes de Cambiemos en las provincias está empezando a generar malestar en los dirigentes del oficialismo. Es el caso de Santa Fe y Córdoba, donde radicales y macrifascistas esperan hasta ahora sin resultado que la Jefatura de Gabinete ordene los escenarios.


Se trata de las dos provincias más importantes a las que puede apostar la alianza de derecha Cambiemos (más allá de las que ya gobierna) y donde tanto en 2015 como en 2017 tuvo en las urnas resultados más que alentadores para fortalecer opciones y lograr este año ganar las gobernaciones. Pero la falta de una conducción política fuerte que ordene las internas derivó en un escenario de incertidumbre a pocos meses de los comicios.

En ese sentido todas las quejas apuntan a Marcos Peña Braun Menéndez, la cabeza política de Cambiemos junto a Miauricio Macri Blanco Villegas. Distintas fuentes coinciden en que el jefe de Gabinete ha evitado por todos los medios involucrarse y tomar una decisión unilateral para resolver las internas, lo que no hizo más que desordenar todavía más el panorama en esas provincias. "Después lo vemos", es la respuesta que llega desde la Rosada.

Las fuentes indican que Peña Braun Menéndez pretende que las internas se resuelvan en las provincias y argumenta que si la Rosada se entromete lo acusan de una injerencia al estilo peronista. Por eso buscó distintos mecanismos para no intervenir: en el caso de Córdoba le pidió a Alfredo Cornejo que resuelva la pelea entre los radicales Mario Negri y Ramón Mestre, pero el mendocino se negó. En Santa Fe directamente no hay una directiva clara.

El ministro coordinador sabe que intervenir directamente deja heridos que se convierten en enemigos y no quiere saber nada con eso. Hasta las últimas elecciones ese trabajo estaba en manos de Emilio Monzó, más acostumbrado a ese tipo de peleas. Pero el presidente de la Cámara de Diputados fue corrido del armado político y ahora nadie ocupa ese lugar.

En Santa Fe las listas para las PASO cierran el 22 de febrero y en Córdoba el 23 de marzo para las generales. En ambos casos, el panorama es incierto en Cambiemos y lejos de ordenarse, parece cada vez más complicado.

En el caso de Córdoba, Peña Braun Menéndez envió claros mensajes en favor de la candidatura de Negri pero siempre de modo implícito. Mestre mantiene su idea de resolver el candidato a gobernador en una interna, pero la Rosada lo rechaza y quiere hacerlo mediante encuestas. El riesgo de una ruptura sigue latente y el tono entre los radicales va escalando. Igual de disperso está el escenario en la capital provincial, que concentra el 38% del padrón provincial.

En Santa Fe, la candidatura del radical José Corral parecía un hecho meses atrás pero Nación nunca terminó de impulsarlo y dejó correr otras opciones. El macrifascista Federico Angelini también se lanzó pero ni siquiera con apoyo unánime del PRO. Ante el vacío, Elisa Carrió empezó a empujar las postulaciones de Lucas Incicco y Mario Barletta. Lejos de acomodarse, el escenario se desordenó más. 

Algo similar sucede en Rosario, la ciudad clave para ganar la provincia. Tampoco allí está claro quién será el panorama y el macrifascista Roy López Molina que parecía el candidato fijo ahora duda en lanzarse. El sector de Angelini también empuja una postulación de Gabriel Chumpitaz.

Todos ellos, en las dos provincias, esperan una decisión que no llega de Marcos Peña Braun Menéndez. Los dirigentes santafesinos y cordobeses no tienen claro si la demora es una estrategia de Peña para guardarse la definición o si se debe solamente a la falta de conducción política. Lo cierto es que a medida que se acercan los cierres de listas, el clima se va calentando. 

El caso de La Rioja, donde la derrota en la consulta por la reelección de Casas expuso las diferencias en Cambiemos y la falta de coordinación política, es una señal de alerta para santafesinos y cordobeses. En la disputa riojana, la Rosada no aportó demasiado hasta que se consumó la derrota. Recién ahí Macri Blanco Villegas ordenó insistir con el reclamo judicial. Pero antes nadie movió los hilos para en la Corte para frenar el referéndum.

La falta de conducción política y de definiciones en Cambiemos ya provoca algunas chicanas en el peronismo. "El gobierno esperó que el ajuste se lo haga el mercado y ahora quiere que las PASO les arreglen las internas", ironizan.

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