lunes, 28 de enero de 2019

El ex espía Jaime Stiuso y el vaciador del Grupo 23, Sergio Szpolski, ya no esconden su vínculo

Ambos soretes fueron sorprendidos por Perfil al salir de un lujoso hotel del barrio porteño de Recoleta. Una relación que lleva varios años.


Un auténtico cambio de tiempo es lo que viven Antonio "Jaime" Stiuso y Sergio Szpolski, quienes, lejos de esconderse, como supieron hacer en otra época, se muestran sin tapujos en público. El vínculo entre el ex hombre fuerte de la inteligencia local y el ex propietario del Grupo 23 quedó expuesto en el hall de entrada de un hotel de la calle Posadas, en el barrio de Retiro. Fue en el anochecer de un domingo de enero, cuando ambos se retiraban del lugar tras haber compartido un encuentro en el bar de la planta baja del Sofitel Buenos Aires. Vestidos de sport charlaban animadamente y se fueron a bordo del Fiat 500 blanco perlado de Szpolski. Una imagen impensada un tiempo atrás. 

Tanto Stiuso como Szpolski se mantuvieron fieles a la imagen pública que hay de cada uno de ellos. Szpolski hablando y gesticulando. Stiuso mesurado, asintiendo o comentando brevemente. Sus looks completaban esa impresión: Szpolski en bermudas, remera y zapatillas deportivas; Stiuso, más sobrio con chomba blanca, jeans y campera colgada en la espalda desde su dedo índice. “Son amigos desde hace varios años, también con Javier Fernández -hombre cercano a Stiuso y miembro de la Auditoría General de la Nación (AGN)-, confirmaron cerca de Szpolski. “Son parte de un grupo más grande de amigos, no es que son los tres chanchitos”, describieron. La amistad de Stiuso y Fernández ya era conocida e incluso el miembro de la AGN apareció mencionado en los cuadernos de Centeno como “Javier, de Inteligencia”. 

Se trata de expedientes que comenzaron por una presentación en la AFIP, con la gestión del macrismo. A pesar de los problemas que acumuló, cerca de Szpolski sostienen que está tranquilo, porque los pagos que se le reclaman "se hicieron a través de canje por publicidad oficial". En octubre, Szpolski fue indagado por Claudio Bonadio en el marco de los cuadernos de las coimas, pero luego el magistrado se desprendió de ese tramo de la causa -que incluía a la cúpula de La Cámpora- y lo envió a sorteo. Desde entonces, esa parte es investigada por el juez Sergio Torres. 

Vínculos 

El valor de la imagen de Stiuso y Szpolski parece aún mayor si se tiene en cuenta que el ex dueño del Grupo 23 dejó los medios para dedicarse en ese entonces a una compañía de seguridad en la que se mezclaban espías y ex altos rangos del ejército israelí. Ante la consulta sobre vínculos comerciales entre Szpolski y Stiuso, cerca del primero los niegan de plano e insisten en que solo los une una amistad. Por otro lado, el indicio anterior de la cercanía entre ambos, sobre la que mucho se había hablado, pero hasta ahora no se había podido obtener una imagen, fue que a fines de octubre pasado, cuando Szpolski se presentó en indagatoria en el marco de los cuadernos de las coimas su abogado fue el histórico defensor de Stiuso. 

La cercanía de Szpolski con el mundo de los servicios de inteligencia no termina en Stiuso. También es amigo del ex número dos de la inteligencia durante la Alianza, Darío Richarte, y de Juan José Gallea, encargado del área de finanzas durante ese mismo período en la entonces SIDE y en la actual Agencia Federal de Inteligencia (AFI). De hecho, mientras Szpolski manejó su multimedios, Gallea fue una especie de CEO del Grupo. Y su desembarco allí fue a través de Richarte, quien hasta diciembre de 2014 fue abogado del Grupo 23. 

Pese al vínculo que existe entre Szpolski, Richarte y Gallea, y que estos dos últimos tuvieron en algunas de sus empresas como empleada a la esposa de Stiuso, María Cecilia Rossero, cerca del empresario afirman que no todos forman parte de un mismo grupo. 

“Con Darío, por ejemplo, Sergio se ve en Cariló si van para allá y con Antonio, por otro lado, no son todos amigos”, afirman negando el presunto vínculo entre todos. También tienen el mismo abogado defensor “Esas cosas no se dicen”, dijo entre risas una fuente consultada cuando se le preguntó si había sido Stiuso quien le recomendó al ex empresario de medios el nombre de su abogado, Santiago Blanco Bermúdez. Sin embargo, la misma fuente descartó que haya sido el ex espía quien sugirió el nombre de su hombre de confianza para que represente a Szpolski en la causa de los cuadernos, donde fue indagado por Claudio Bonadio. Blanco Bermúdez es un hombre de bajísimo perfil, respetado y apreciado por buena parte de Comodoro Py. 

Con paso por el Poder Judicial como fiscal varios años atrás, Blanco Bermúdez fue el más celoso guardián del nombre de Jaime Stiuso, en especial durante 2015, donde se produjo la mayor cantidad de embates en su contra en pleno enfrentamiento con el kirchnerismo. Fue allí que Stiuso sumó varias denuncias en el fuero federal así como en el Penal Económico. Blanco Bermúdez se presentaba para responder por su cliente, que por entonces estaba en Estados Unidos. 

Fue también con Blanco Bermúdez, con quien Stiuso se presentó en septiembre pasado para una audiencia en la Cámara Federal de Apelaciones, en la que buscó reabrir una denuncia contra Gustavo Vera, titular de la ONG La Alameda, por presunto tráfico de influencias. El ex hombre fuerte de la inteligencia se refirió a los llamados “cuadernos de las coimas”. Sostuvo que su nombre no figura, a pesar de que fue mencionado por el ex juez Oyarbide, quien aseguró que él y Fernández lo habían “apretado el cogote” para que cerrara un expediente por presunto enriquecimiento ilícito de Néstor y Cristina Fernández de Kirchner en 2009.

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