Ayer al mediodía, mientras Mugrizio Macri Blanco Villegas anunciaba la vuelta al FMI, bajo una lluvia que pringaba la calle, desocupados y cooperativistas de los movimientos sociales armaron ollas populares en los accesos a la ciudad de Buenos Aires y en el Obelisco.
La corrida del dólar y los anuncios oficiales dejaron a la jornada de protesta sin la repercusión que habitualmente logran los cortes de calles.
De todas maneras, la protesta se mantuvo y culminó por la tarde frente al Congreso, donde fue presentado un proyecto de ley de barrios populares.
"Hay preocupación por los ajustes anunciados el viernes, que el nuevo endeudamiento con el FMI sólo promete agravar. Se viene una situación más compleja. La suba del dólar y de las tasas de interés tienen un impacto directo sobre los precios de los alimentos, y vemos que ante este escenario no hay desde el Gobierno ningún plan que amortigüe el golpe sobre los sectores más pobres", dijo Daniel Menéndez, de Barrios de Pie, una de las organizaciones convocantes, además de la CTEP y la Corriente Clasista y Combativa.
Las mismas organizaciones, a través de los diputados del Movimiento Evita y Libres del Sur, presentaron tres proyectos de ley destinados a generar trabajo y dar contención alimentaria. Ahora comenzaron a juntar firmas para impulsarlos. Las iniciativas contemplan que se declare la emergencia alimentaria y que el 25 por ciento de la obra pública se destine a cooperativas de la economía social.
El proyecto de barrios populares, a su vez, propone regularizar los asentamientos y las villas, y es el que más posibilidades tiene de avanzar, ya que CTEP, Barrios de Pie y la CCC lo elaboraron junto con el Gobierno.
Parte de un relevamiento de 4200 asentamientos y villas que ya cuentan con certificados de vivienda. La iniciativa intenta ahora que se expropien los terrenos para completar la urbanización.
Fuente: nota de Laura Vales para Página/12
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