El ex hijastro de Flavia Palmiero reunió de urgencia a los empresarios más importantes del país a en la Quinta de Olivos para intentar tranquilizarlos en medio del viernes negro de los mercados.
Mugrizio Macri Blanco Villegas hizo ante sus pares empresarios una breve explicación del acuerdo con el FMI y utilizó el mismo argumento que había usado con los gobernadores: el préstamo no es para contener al dólar sino para evitar una recesión. Asimismo, les aseguró que las condicionalidades que pedirá el Fondo de Christine Lagarde no van a definir demasiado del ajuste que anunció Nicolás Dujovne el viernes de la semana pasada.
El idiota confeso se sentó con Amancio Oneto (Molinos), Gerardo Diaz Beltrán (CAME), Miguel Acevedo (UIA), Luis Betnaza (Techint), Eduardo Eurnekian (CAC), Enrique Cristofani (Santander Rio), Alfredo Coto, Eduardo Elzstain (IRSA), Cristiano Rattazzi (FCA) y Martin Migoya (Globant).
Además de repasar cómo estaba la actividad en cada sector, el presidente les pidió que lo ayuden a transmitir tranquilidad a la gente y volvió a ratificar el rumbo del régimen fascista.
Elsztain fue el único que le sugirió al subnormal la conveniencia de hacer cambios en el gabinete, como reclama el mercado. El hijo bobo de Franco Macri lo esquivó.
Si bien los empresarios esperaban un clima de mayor tensión, lo notaron tranquilo al sorete mal cagado y creen que esa demostración fue justamente el motivo de la reunión. En especial en torno al dólar, que se volvió a disparar.
Uno de los presentes relató que a Macri Blanco Villegas se lo vio muy cómodo respecto de la suba de la divisa norteamericana y de allí las declaraciones posteriores de su ministro de Producción.
Francisco Cabrera, único orador luego del encuentro, dijo que "no es un problema el ajuste del dólar". Es que el FMI le pide al infeliz la depreciación del peso, lo que reactivaría las exportaciones y las economías regionales, según sostienen en el régimen.
Francisco Cabrera, único orador luego del encuentro, dijo que "no es un problema el ajuste del dólar". Es que el FMI le pide al infeliz la depreciación del peso, lo que reactivaría las exportaciones y las economías regionales, según sostienen en el régimen.
Esto encuentra una contradicción con las maniobras del titular del Banco Central, Federico Sturzenegger, que ayer vendió 1.100 millones de dólares para que el dólar baje de $ 24.
“Todos estuvieron de acuerdo en fortalecer la posición del programa financiero argentino con el crédito preventivo del FMI”, señaló Cabrera en una breve conferencia de prensa.
Ante los periodistas, dijo que “tuvimos una particularidad” en los últimos días que ha sido “la zozobra del mercado cambiario” y atribuyó la escalada de la divisa a un problema de liquidez y no de solvencia.
Agregó que están viendo “cómo seguir produciendo y trabajando de cara al empleo y la producción” que, sostuvo “son sectores que han crecido los últimos siete trimestres”.
Consultado sobre el traslado de la suba del dólar a los los productos, el cogedor de la nieta de "la momia" Mirtha Legrand descartó hacer control de precios “que fracasó en los últimos 4 mil años” y rechazó que esa sea la política futura, ya que apuestan a “la competencia, la transparencia y proteger al consumidor”.
Cabrera no quiso entrar en detalles sobre cómo marchan las conversaciones con el Fondo y dijo que no vio “preocupados” a los empresarios sobre ese tema. “Se sintieron satisfechos de tener una reunión con el presidente para saber dónde estamos parados y lo ven como algo positivo”, dijo y añadió que “Dujovne me dijo que le fue muy bien, tenemos un equipo que trabaja en término de metas y condiciones”.
El titular de la cartera de Producción no quiso hablar sobre los dichos de Cristiano Ratazzi, quien se mostró proclive a un dólar a 26 pesos y remarcó que “somos un país solvente, tenemos una deuda baja y sabíamos que si subía la tasa los mercados emergentes iban a tener una salida hacia el dólar”.
Categórico, Cabrera cerró afirmando que “esto es un tema coyuntural, en pocos días más será historia. No puede pasar una situación de crisis, nos tenemos que preocupar en hacer crecer la economía".
Los empresarios se retiraron sin hacer declaraciones, pese a que se esperaba que participaran de la conferencia de prensa junto a Cabrera. Un escenario muy similar al del jueves en la Rosada donde, por pedido expreso de Macri Blanco Villegas, los gobernadores peronistas se retiraron sin hablar a la prensa.
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