Hebe Vessuri, la investigadora principal a la que el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) acaba de rescindirle el contrato, es según el propio organismo “la primera investigadora de América latina en recibir el premio John D. Bernal", de la Society for Social Studies of Science, un reconocimiento que se otorga anualmente a un académico que haya hecho una contribución fundamental en el campo de la Ciencia, la Tecnología y la Sociedad.
La antropóloga es también autora de 31 libros, cientos de artículos e informes gubernamentales en inglés, español, francés y portugués y fue la primera científica latinoamericana en llegar al Instituto de Antropología de Oxford (Inglaterra).
El propio CONICET reconoce que es una “personalidad fundamental para el desarrollo de los estudios sobre la ciencia en América Latina, referente para varias generaciones que se interesaron por estos temas y se formaron bajo su influencia y consejos”.
Aún así, por directiva del Ministerio de Modernización, no le renovaron su contrato. Ahora, Vessuri, que no ha podido completar sus aportes previsionales en Argentina a causa de una biografía de exilios, sólo cobra dos dólares por mes como jubilación por su trabajo en Venezuela. A partir de que este mes se conoció la noticia, según reporta el portal Info Blanco sobre Negro, la reacción de los científicos de todo el país fue una campaña de recolección de firmas para reclamar su reincorporación.
La doctora relató que “en diciembre se terminó mi contrato con el Conicet y no lo renovaron. El argumento que dieron es que ya estaban pasados los límites porque este año cumplo 76 años. El tema es que no tengo otro ingreso, me tuve que ir de Argentina hace 50 años y no tengo jubilación”.
A los 18 años Vessuri empezó a estudiar Antropología en la Universidad de Buenos Aires. Al año siguiente se fue a vivir a Inglaterra, donde continuó sus estudios en Oxford.
A la tesis de doctorado la hizo sobre el campesinado sin tierra en la zona de riego del Río Dulce, en Santiago del Estero, bajo la tutoría de los antropólogos David Maybury-Lewis y Ramond Carr.
En 1966, se fue a vivir a Canadá donde se dedicó a la docencia con una beca del Canada Council. En 1971 volvió a la Argentina, donde ingresó a la Universidad Nacional de Tucumán y realizó investigaciones en torno a la organización familiar y laboral entre los obreros rurales de los ingenios azucareros en esa provincia.
Con la llegada de la dictadura, se exilió a Venezuela, donde empezó a trabajar en el Centro de Estudios del Desarrollo (CENDES) de la Universidad Central de Venezuela. Tras volver al país, Vessuri fue contratada como docente e investigadora del Instituto Patagónico de Ciencias Sociales, dependiente del CCT CENPAT- CONICET, de Puerto Madryn.
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