René Cochinillo Arellano, cuyo testimonio fue clave para condenar a la dirigente social, recibió a fines de 2017 una millonaria adjudicación directa para su cooperativa.
Cuatro meses después que la Cámara de Casación de Jujuy confirmara la condena a tres años de prisión en suspenso a la dirigente social Milagro Sala por un escrache del que no participó, el gobernador fascista de Jujuy, Gerardo Morales, premió al testigo estrella del juicio, René "Cochinillo" Arellano, con una jugosa adjudicación directa por casi tres millones de pesos, aun cuando Arellano y su familia figuran como empleados de la propia gobernación de la que reciben sumas millonarias.
Pese a que el propio Cochinillo se desempeña como empleado de la gobernación provincial, tal como había revelado el periodista de investigación Horacio Verbitsky en Página/12 en diciembre de 2016, el rpegimen tiránico de Gerardo Morales decidió ir más allá y le adjudicó a la Cooperativa Newen Limitada, de la familia Arellano, $ 2.861.000 en noviembre de 2017.
Según la documentación, el pago en favor de la persona que atestiguó en forma estelar en el juicio contra Sala se llevó a cabo a través de la Secretaría de Planificación de la provincia, por el servicio de "contratación de personal para el parque Tecnópolis Federal" y bajo el número de expediente 600-751-2017.
El propio Arellano admitió su participación en la Cooperativa Newen, cuya titularidad es de su hijo Fredy, aunque luego, notoriamente nervioso, decidió desdecirse y reducir todo a que simplemente "da una mano" en ella ya que quienes la administran son "muy jóvenes".
"Con el sueldo de la gobernación no alcanza", se quejó Arellano. Es que según la investigación inicial, encarada por Verbitsky y los periodistas Mariana Escalada y Agustín Ronconi, de El Disenso, se había revelado que el propio Cochinillo trabajaba para la administración de Morales, y que incluso, desde 2014, lo hacía en el municipio de San Salvador de Jujuy.
Además, en el artículo quedó expuesto también el impresionante crecimiento de la Cooperativa montada por la familia del Cochinillo: de no tener empleados ni movimientos, pasó a entrar en ebullición a medida que se acercaba el juicio a Sala: recibió $ 822.000 de origen desconocido durante 2016.
Pero eso no es todo: tanto la pareja de Arellano como su hijo, Fredy, también ostentan cargos en la gobernación provincial que conduce Morales. Al ser consultado por estas irregularidades, el testigo estrella del caso Milagro Sala sostuvo que "de ninguna manera" las adjudicaciones son otorgadas por el gobernador fascista, aunque sí por su administración.
Es decir, que si sumáramos los salarios que la familia Arellano cobra del estado Jujeño, los $ 822.000 pesos que administraron en los meses previos al juicio y los $ 2.861.000 que recibió su cooperativa posteriormente, obtendríamos la para nada despreciable suma de 4 millones de pesos desde que Cochinillo se prestó a declarar sin pruebas contra la dirigente social.
"Extraño sería si no se hicieran las obras, pero acá se hizo todo", se defendió Arellano al ser consultado por los casi 3 millones que Morales le entregó poco después que condenaran a la dirigente social de la organización Tupac Amaru.
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