El TOF 2 resolvió que el abogado José Console designado por el régimen fascista de Mugrizio Macri Blanco Villegas no estaba habilitado para actuar en la causa por integrar el Consejo de la Magistratura porteño. A pesar de ello, mantuvieron vigente su alegato, que modificó la posición de la querella del Estado para no acusar a los fiscales Mullen y Barbaccia.
El Tribunal Oral Federal N°2, que lleva adelante el juicio por el encubrimiento del atentado a la AMIA, dispuso ayer que sea apartado de la querella del Estado el abogado José Console por tener un cargo paralelo en el Consejo de la Magistratura de la Ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, mantuvo la legalidad de su alegato, en el que desistió de acusar a los ex fiscales Eamon Mullen y José Barbaccia.
Console quedó a cargo del alegato de parte de la querella oficial hace dos semanas tras una decisión de último minuto del ministro de Justicia Germán Garavano, quien desplazó de ese rol a Enrique Ventos. El cambio de nombre vino con un cambio de postura: Console pidió algunas penas más bajas que la fiscalía y la absolución de Mullen y Barbaccia.
Los representantes del Ministerio Público Fiscal habían solicitado en diciembre ocho años de prisión para los ex fiscales, al señalarlos como partícipes de los delitos de peculado, privación ilegal de la libertad y coacciones de los ex policías acusados y luego absueltos por el atentado.
Mullen y Barbaccia, cercanos a Garavano, están acusados de tener un papel central en el pago a Carlos Telleldín de 400 mil dólares para generar un relato falso e imputar a un grupo de policías bonaerenses (lo que motivó que el primer juicio terminara anulado).
Tras el alegato, la figura de Console quedó objetada por su cargo en el Consejo de la Magistratura porteño, que lo inhabilita para ejercer la profesión y representar al Estado en el juicio por encubrimiento.
Los jueces resolvieron finalmente que debe ser apartado de la querella por esa situación, pero sin embargo mantuvieron el alegato bajo el argumento de que el abogado solo lo leyó y que se encontraba presente el apoderado Horacio Di Filippo.
La decisión del TOF 2 fue comunicada ayer por el juez Jorge Gorini durante el inicio de una nueva audiencia del juicio que lleva más de dos años y se desarrolla todos los jueves en el edifico de los tribunales de Comodoro Py, en el barrio porteño de Retiro.
"Corresponde apartarlo del rol de abogado de la querella y dejar sin efecto su designación en autos", sostuvo Gorini tras explicar que su designación resultaba incompatible de acuerdo a las leyes de la Constitución de la ciudad de Buenos Aires, a la ley orgánica del Poder Judicial porteño y al reglamento del Consejo de la Magistratura.
La decisión fue tomada por mayoría con los votos de Gorini y el juez Néstor Costabel, quienes además dispusieron remitir testimonio de lo actuado a la Oficina Anticorrupción, al Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires y el Consejo de la Magistratura porteño.
La designación de Console y el cambio de postura del régimen, que debe cumplir el compromiso estatal frente a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para el esclarecimiento del atentado y su encubrimiento, generó una interna entre Garavano y la diputada Elisa Carrió, quien acusó al ministro y Daniel Angelici, presidente de Boca y operador judicial del macrifascismo de manipular la causa AMIA para encubrir a los ex fiscales. Carrió, parte de la alianza de derecha Cambiemos, dijo no formar parte “ni del amiguismo ni del nepotismo, ni de encubrimiento judicial alguno”.
Tras el alegato modificado por disposición de Garavano, la abogada del Ministerio Mariana Stilman, cercana a Carrió y que también se había retirado del juicio en marzo pasado porque le indicaban que no fuera activa en las audiencias, renunció directamente a la Unidad Fiscal AMIA.
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