La provincia gobernada por Juan Manuel Urtubey devolvió a sus pueblos de origen a los evacuados por el río Pilcomayo, pero sus casas continúan inhabitables.
Por las inundaciones, debieron ser evacuadas más de 3.000 personas de las zonas salteñas más afectadas.
Con la bajada del Río Pilcomayo, el gobierno de Juan Manuel Urtubey organizó el retorno a sus hogares, pero en algunas localidades sus casas continúan bajo el barro, por lo que deben dormir a la vera del camino.
Luego de pasar 10 días en algunos de los siete centros de Aguaray, las familias retornaron a sus pueblos de origen el lunes pasado. Desde entonces, en Santa Victoria Este deben acampar en carpas improvisadas al costado de la ruta provincial 54.
Esa situación afecta, principalmente, a comunidades wichí, que aún no pueden acceder a sus casas ni al centro del Ejército cercano, que se encuentra colapsado por los refugiados. “El lugar donde vivieron ahora no existe”, explicó el periodista local Raúl Díaz. “Perdieron sus casas y todos los bienes porque en algunas zonas el agua llegó a los dos metros”, agregó.
La ministra de Asuntos Indígenas y Desarrollo Social, Edith Cruz, planteó que "sólo van a pernoctar en los centros de evacuados las personas que viven fuera del pueblo y cuyas casas atravesaron anegamientos por la crecida de río Pilcomayo”. La funcionaria explicó que “estamos trabajando en conjunto con las áreas del Gobierno nacional para coordinar un plan que les permita a éstas familias volver en las mejores condiciones posibles”.
Sin embargo, la maquinaria que la provincia trasladó al lugar aún no logró remover el barro acumulado que quedó e impide el acceso a los hogares, de acuerdo a los testigos consultados.
Díaz, entre otros vecinos, se organiza para trasladarles comida y colchones donados del pueblo para mitigar la crítica situación en la que fueron dejados.
Aguaray recibió a cerca de 1.500 evacuados y Tartagal a otros 1.200, principalmente del chaco salteño. Si bien la provincia tomó la decisión de abrir las escuelas para acogerlos, los docentes trabajaron para acomodarlos y la ayuda material oficial arribó días más tarde, de acuerdo a los vecinos consultados por este medio.
Desde el Ejecutivo provincial notificaron que aún quedan 38 refugiados en el Regimiento de Monte 28 en Tartagal, 217 en el Campamento de Evacuados de El Rosado (ruta 54), 450 en Misión La Curvita, 50 en la Escuela Rosario Peñaloza en Alto La Sierra.
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