Un fuerte terremoto de magnitud 7,2 sacudió el viernes el centro y sur de México, sin que se reportaran heridos ni muertos.
Oaxaca, el estado mexicano más castigado por los sismos de septiembre pasado, volvió a ser uno de los mayores afectados por el terremoto que anteanoche alcanzó los 7,2 puntos en la escala de Richter. Algunos edificios sufrieron daños en Oaxaca y el director de la comisión federal de electricidad, Jaime Hernández, confirmó que el suministro de energía eléctrica de 998.000 hogares y comercios se vio afectado en la capital y los estados de México, Oaxaca, Guerrero y Morelos.
Testigos en Ciudad de México, a unos 360 kilómetros al norte de Oaxaca, reportaron que el terremoto se sintió con mucha intensidad, aunque menos que el del pasado 19 de septiembre, que dejó 369 muertos, según datos oficiales.
Por otro lado, al menos tres personas murieron al desplomarse un helicóptero militar en esa región del sur del país. El helicóptero de la Fuerza Aérea Mexicana transportaba al ministro de Gobernación de México, Alfonso Navarrete, y al gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, quienes resultaron ilesos, según informó hoy la televisión mexicana.
Sin embargo, dos personas que se encontraban en tierra perdieron la vida, según informó la Secretaría de Gobernación en su cuenta oficial de Twitter. El accidente ocurrió cuando faltaban unos 30 o 40 metros para que el aparato aterrizase en Pinotepa Nacional, en Oaxaca.
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