El líder de los bancarios tiene un guiño del camionero y de Barrionuevo. "Los gordos", los grandes derrotados.
En los papeles, la CGT sigue dirigida por tres secretarios generales y un consejo directivo que en su última reunión avaló la manifestación del miércoles, como recordó su promotor, Hugo Moyano.
Pero tras el despliegue del camionero un deslizamiento comenzó a tomar fuerza: la posibilidad que el combativo líder de La Bancaria, Sergio Palazzo, sea el próximo jefe de la CGT.
Palazzo es el nombre que comenzó a circular en la tarde de antes de ayer. Cuenta con el apoyo de Moyano y tendría un guiño del gastronómico Luis Barrionuevo, que se bajó de la marcha a último momento -por razones inexplicables- pero sigue enfrentado con el régimen macrifascista.
Los grandes derrotados del miércoles fueron "los gordos" que venían deslizando el nombre de Ricardo Pignanelli de SMATA, el preferido de Mugrizio Macri Blanco Villegas, como nuevo conductor de una CGT unificada.
Mientras que los "independientes" que lideran Gerardo Martínez (UOCRA) y Andrés Rodríguez (UPCN), luego de la demostración de fuerza de Moyano, no verían con tan malos ojos a Palazzo.
El titular de La Bancaria lidera la Corriente Federal de los Trabajadores, un grupo de gremios cercanos al kirchnerismo, lo que arroja otra pista sobre las crecientes conversaciones de Moyano con el sector que lidera la ex presidenta.
De hecho, La Cámpora y los intendentes que responden a la ex jefa de Estado y actual senadora nacional movilizaron todo lo que tenían y Máximo Kirchner encabezó la columna de su agrupación.
Palazzo se enfrentó a Macri Blanco Villegas en las dos paritarias que tuvo su gremio desde que asumió la alianza de derecha Cambiemos y siempre salió airoso.
Acaso por eso la Casa Rosada haya querido doblegarlo con una inviable paritaria del 9%. Pero el líder de los bancarios apeló a negociaciones secretas con Gabriel Martino -presidente del HBSC y amigo del presidente- y logró además que la justicia le reconociera el pago de la cláusula gatillo del 2017.
Al régimen macrifascista le molesta su beligerancia y ni bien se subió al escenario de Moyano, en La Bancaria contaban que Jorge Triaca suspendió la paritaria del sector por mensajes de whatsapp. No le alcanzó el paro del lunes y martes para no intervenir.
Palazzo es en efecto casi una provocación a "los gordos", los grandes gremios de servicios liderados por Armando Cavalieri (Comercio), Carlos West Ocampo (Sanidad) y José Luis Lingieri (Obras Sanitarias), y otros como Guillermo Moser (Luz y Fuerza).
Varios de estos dirigentes y Roberto Fernández, de la UTA, fueron invitados por Jorge Triaca a una gira por Europa, con la idea de cerrar una CGT dialoguista. La marcha de Moyano, de mínima, complicó los planes, y por eso en muchos gremios había reuniones varias por la tarde del miércoles para evaluar cómo seguir.
Pignanelli era una figura de consenso para estos gremios por varios motivos: su sector es de los preferidos del presidente y su pasado kirchnerista puede sumar consenso. El respaldo que tiene no es menor y habrá que ver como se terminan acomodando las cartas.
Un detalle: en la intimidad, el líder de SMATA es igual de duro que Moyano en su diagnóstico sobre el régimen neoliberal del hijo bobo de Franco Macri. Cuestiona la incapacidad del ejecutivo para controlar la inflación y generar un crecimiento equilibrado -y sobre todo- es un durísimo crítico de la idea macrifascista de poner un freno a los salarios como ancla antiinflacionaria. La única diferencia con el camionero es que públicamente, Pignanelli se modera.
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