Palazzo se refirió a la movilización del 22 de febrero: "Una medida contra el ajuste"

El titular de La Bancaria aclaró que la marcha no es para proteger a Moyano sino en defensa de todos los trabajadores. También señaló que "la paritaria bancaria está absolutamente trabada" y que "se busca deslegitimar la acción sindical, porque para el Gobierno el mundo perfecto sería sin sindicatos".

A menos de tres semanas de la manifestación impulsada por Camioneros, el titular de La Bancaria, Sergio Palazzo, aseguró que el objetivo de los sindicatos que se plegarán a la convocatoria es “ampliar el margen de confrontación con el Gobierno”.

"La marcha no es en defensa de Moyano, es en defensa propia", enfatizó el dirigente, quien calificó a la protesta del 22 de febrero- en la que participará un sector de la CGT y las dos CTA- como "una medida contra el ajuste”. 

Palazzo denunció además que el Ejecutivo está llevando adelante una campaña contra los gremios. "Se busca estigmatizar y deslegitimar la acción sindical, porque para el Gobierno el mundo perfecto sería sin sindicatos", señaló ayer en declaraciones a radio El Mundo. 

Su gremio, el de los bancarios, anunció un paro general para el 9, el 19 y el 20 en todo el país en repudio del techo salarial del 9 por ciento que impulsan desde el oficialismo y las cámaras empresarias. La medida fue dispuesta para rechazar también el ajuste previsional de la gobernadora fascista bonaerense María Eugenia Vidal en el Banco Provincia. "La paritaria bancaria está absolutamente trabada. Ofrecieron el 9 por ciento y lo seguimos rechazando", resaltó respecto al piso impuesto para las negociaciones paritarias. "Cada vez que nos juntamos con un banquero nos reconoce que es una insensatez que nos estén ofreciendo el 9 por ciento pero cuando preguntamos por qué lo hacen dicen que es lo que les piden Triaca y Quintana", denunció Palazzo. 

En esta compleja coyuntura para los empleados bancarios, la semana pasada el Ministerio de Trabajo que conduce Jorge Triaca decidió anular el aporte solidario de los trabajadores no afiliados. "La cuota solidaria que quiere sacarnos el Gobierno es una chicana berreta. Desde que lo dijeron sumamos 1.500 afiliados", evaluó el dirigente, quien bromeó al señalar que "es un karma que tendrá el Gobierno conmigo y que tendrá que tratarlo con un psicólogo".