Los Moyano están decididos a enfrentar al ex hijastro de Flavia Palmiero Ya no hay puentes entre ellos. Lejos quedaron los actos juntos, los elogios artificiales, los favores mutuos y las rosas blancas. Como sucedió con el kirchnerismo, el moyanismo no solo rompió con el macrifascismo. Ahora lo quiere ver derrotado.
"No hay marcha atrás, hay un cansancio en todos los sectores, el 22 de febrero más de 500.000 personas van a expresar el malestar con este Gobierno". La cifra es muy optimista, pero es la que manejan en Camioneros. "Medio millón es el piso", repiten, entusiastas.
Una versión deslizó la posibilidad de postergar la masiva concentración callejera por coincidir con el recordatorio de la Tragedia de Once, donde murieron 51 personas y otras 789 resultaron heridas. Pero los Moyano la ratificaron. Explicaron que el acto en el "Memorial del Corazón" ubicado en el Andén 1 de la cabecera del Sarmiento comienza a las 8:32 y la marcha está convocada a las 16. "Es una afrenta al luto que llevamos a cuestas", sostuvieron los familiares de las víctimas. "Expresaremos nuestros respetos" por los trabajadores fallecidos, replicaron los gremialistas.
La organización general de la movilización está a cargo de Camioneros. Seguridad, escenario, vallado. El punto de reunión todavía lo mantienen en secreto. Analizaron ir a Plaza de Mayo, pero las obras encaradas por el régimen fascista porteño hasta fines de marzo molestan.
Una variante es marchar al Ministerio de Trabajo de la Nación, instalar el escenario en Córdoba y Alem y desbordar Retiro de manifestantes. La propuesta más ambiciosa es montar el show sobre la 9 de Julio, desde el Ministerio de Desarrollo Social al Obelisco, con Evita de fondo. Los Moyano deliran con las imágenes del drone girando por los principales portales de noticias de todo el mundo.
Según pudo saberse, ese día no adhieren los gremios del transporte. "Nos conviene que estén circulando, así más trabajadores pueden llegar", justifican. Lo cierto es que los colectiveros de Roberto Fernández, los ferroviarios de Sergio Sassia, los taxistas de Omar Viviani y los maquinistas de Omar Maturano no se plegaron a la medida, ya avalada por el Consejo Directivo de la CGT. "A ellos los necesitamos en los paros, no en las movilizaciones", insisten. A los metrodelegados les pidieron sostener el servicio de subtes antes y después del acto.
Los Moyano se envalentonan con los apoyos de último momento. Aseguran por lo bajo que "varios" sindicatos se plegarán sorpresivamente, al filo de la fecha. Es una carta que por ahora prefieren ocultar. Confirman la movilización del SITRAJU, de la diputada Vanesa Siley, y la UEJN, de Julio Piumato. Los alfiles judiciales de los Moyano iniciaron conversaciones reservadas con secretarios de la Corte Suprema para que se declare el 22 de febrero día inhábil. "Los Tribunales y la Procuración van a estar vacías", desafían.
El plan de lucha contra el régimen fascista de Mugrizio Macri Blanco Villegas arrancó el año pasado, con el tejido de amplias alianzas gremiales, políticas e institucionales, muchas de ellas con sectores kirchneristas. En conjunto, reclaman un freno a los despidos de empleados públicos y privados, paritarias libres, la caída de la reforma laboral, la derogación de la jubilatoria, el fin de la persecución a los gremialistas y un cambio de modelo, que alivie el bolsillo de los trabajadores. En soledad, los Camioneros exigen el bono de fin de año, que no percibieron por primera vez en ocho años y una modificación de la escala de Ganancias. La marcha es la antesala del paro nacional, que sin respuestas a sus pedidos ya prevén para fines de marzo o principios de abril.
En los próximos días se espera un contundente respaldo de organismos de derechos humanos y la Iglesia católica. Durante su última misa como titular de la Prelatura de Humahuaca y ante la presencia del hijo bobo de Franco Macri en visita oficial a Jujuy, el obispo Pedro Olmedo, anticipó el mensaje que podría llegar en breve desde el exterior. "Deje de gobernar para los ricos; la gente pobre necesita más de los gobiernos, y aquí se persigue a los pobres, que pagan sus impuestos y les cuesta vivir, en cambio se defiende a las mineras que no pagan nada a la municipalidad y extraen toda la riqueza de la madre tierra", le dijo Olmedo al subnormal en su propia cara.
En el macrifascismo están convencidos que los Moyano encendieron la maquinaria de protestas para impedir el avance de las pesadas causas penales en su contra. "Si creen que se puede condicionar a la Justicia con poner mucha gente en la calle, se equivocaron de la lectura de la realidad de una Argentina que cambió", sostuvo Marcos Peña Braun Menéndez (ver nota aparte en esta misma edición). "Si defender los derechos de los trabajadores es tomarme como enemigo, seré enemigo", bramó Hugo Moyano.
La guerra está declarada. Ya no hay marcha atrás.
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