El Colectivo de Trabajadorxs de la Cultura se expresó ayer por la tarde en apoyo de los despedidos de Télam con una suelta de libros y feria de editoriales.
La actividad se desarrolló hasta las 17 frente a la sede de la agencia, en el Pasaje 5 de Julio, que comunica la Avenida Belgrano con Venezuela. Se donaron unos mil ejemplares para repartir entre quienes se acerquen.
A las 14, en Belgrano 347, se procedió a la lectura del documento firmado por casi 500 personas entre escritores, periodistas culturales, libreros y editores. El escritor Julián López estuvo a cargo de la lectura.

Tras la lectura, y mientras continuaba la feria de libros, se realizaron diversas actividades en la sede de Télam. Hubo una mesa reunida bajo la consigna “Pensar la lucha, la lucha para pensar”. Entre otros, estuvieron el abogado Raúl Cerdeiras y el historiador Ezequiel Adamovsky. Además, se sumaron las voces de otros colectivos en lucha, como los becarios del Conicet, los despedidos del INTI, los trabajadores de Astilleros Ríos Santiago, del Hospital Posadas y de la Multisectorial contra el Tarifazo.
Transcribimos a conitunación el texto completo del documento que fue leído durante la actividad:
"Lxs trabajadorxs del campo literario manifestamos nuestro repudio a las medidas adoptadas por el gobierno nacional en relación a la Agencia Nacional de Noticias Télam y exigimos la inmediata reincorporación de los 357 trabajadorxs despedidxs.
Consideramos que atacar en forma directa, sin causa alguna y masivamente los puestos de trabajo de compañerxs periodistas, en el marco de un proceso de concentración de medios, no sólo afecta la libre circulación de la palabra sino que esta decisión arbitraria encubre, además, la voluntad de disciplinamiento al conjunto de lxs trabajadorxs. Al mismo tiempo se demuestra que sólo por medio de un ajuste brutal, que tiende a dejar más trabajadorxs en la calle, son viables este modelo económico y sus compromisos contraídos con el FMI.

Los despidos en Télam, en Radio del Plata, la crisis de la industria editorial, el cierre de centros de formación docente, el ataque a las bibliotecas populares y centros culturales, el vaciamiento del Conicet y la criminalización de lxs artistas callejerxs dan cuenta de una estrategia destinada a silenciar voces disidentes con el propósito de imponer una mirada única sobre la realidad nacional.
Como trabajadorxs de la palabra hacemos público nuestro rechazo al avasallamiento que impone este gobierno, restringiendo el derecho a la información y acceso a los bienes culturales, acorralándonos en la precarización de nuestras prácticas profesionales".
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