El periodista oficialista aseguró que, de confirmarse los delitos, la responsabilidad caerá sobre la gobernadora fascista, quien es la presidenta del PRO bonaerense.
Ya no hay medios ni periodistas que se atrevan a ignorar el escándalo de los aportantes truchos a la campaña de la alianza de derecha Cambiemos, que ha derivado en denuncias por lavado de dinero, robo de identidad y falsificación de firmas.
Uno de los que sumó ayer su opinión fue Luis Novaresio. Lo hizo a través de una columna que firmó el diario La Capital de su ciudad natal, Rosario.
El periodista oficialista señalo en ese texto que "en el caso de que confirme judicialmente lo que a simple vista es inadmisible con indigentes o jubilados poniendo cincuenta mil pesos para que Esteban Bullrich y Graciela Ocaña sean legisladores, el peso de la responsabilidad recaerá sobre la primera mandataria provincial".
De acuerdo a su óptica, el nombramiento de María Fernanda Inza en la Contaduría provincial, pocas horas antes de que tuviera que ser apartada por el escándalo, "prueba la ausencia de un control mínimo a priori en las designaciones que llevan la firma de Vidal".
De todos modos, Novaresio reconoció que "Vidal no recurrió al lenguaje de la meteorología ni al del coaching de la felicidad. Echó a una funcionaria que además es su amiga y puso el cuerpo al problema".
También se detuvo sobre un funcionario clave de la administración bonaerense. "Llama la atención el silencio del jefe de la campaña política de la provincia, que no es otro que el primer ministro de Vidal. Federico Salvai es, usemos terminología macrista, los ojos y oídos de la gobernadora, además de una persona de la amistad de ella fuertemente forjada con la esposa del hombre, nada menos que la ministra de desarrollo Carolina Stanley".
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