Eduardo Duhalde se refirió ayer a la situación del país y afirmó que “está cada vez más difícil”. En alusión al acuerdo con el FMI, organismo al cual él también recurrió durante su presidencia interina, intentó desmarcarse del rumbo oficial y señaló que “si vamos para el otro lado, vamos a estar lejos de la salida”. Al mismo tiempo, apuntó que “no se puede gobernar desde un partido” y que “los que presumen de modernos no se dan cuenta”. Así, llamó a “generar condiciones para mayorías parlamentarias a través del diálogo y el consenso”.
“Donde no hay diálogo hay violencia, decía Raúl Alfonsín, se ve en la televisión, cuando debaten dos personas que piensan distinto”, dijo el ex presidente interino, quien llamó a “generar políticas de largo plazo” y recordó que con Ricardo Alfonsín “hemos hablado de políticas de Estado, cosas que después no se cumplen porque hay poco interés en los dirigentes en generar consensos”.
Duhalde criticó al régimen macrifascista al decir que “hablan de paritarias libres y no son tan libres”. Enmarcó la situación como “parte de la crisis que vivimos, que abarca a la verdad y a la existencia de fake news”, algo que consideró propio de “épocas de crisis muy profundas”.
Consultado sobre el debate del aborto, no quiso dar su posición personal, pero criticó el momento elegido para la discusión. “No tiene sentido poner en marcha proyectos que dividen a la sociedad, es un disparate. Casi dividen al partido de gobierno”.
También habló de los aportes truchos, un escándalo que roza a la gobernadora fascista bonaerense María Eugenia Vidal. “Es un bochorno, más cuando se planteaban como la transparencia”. Opinó que “bancarizar no es la solución”, y dio su idea: “el Estado debería poner dinero en los partidos de acuerdo a la performance que tuvo cada uno en la última elección”. Y agregó que “hay empresarios que juegan en todos los partidos, así que nadie se rasgue las vestiduras”.
De cara a 2019, pidió “buscar candidatos que no estén en la grieta”, y sugirió el nombre de Roberto Lavagna. “Tiene que haber dos o tres partidos que se pongan de acuerdo”, dijo, y añadió que “gobernar es priorizar, hay energía limitada y se debe saber cómo utilizarla bien”.
En declaraciones a CN, el ex gobernador de la provincia de Buenos Aires cerró con “ejemplos que sirven de guía”, como la construcción de la Unión Europea o la Sudáfrica post-apartheid. “Acá no hay un Mandela, necesitamos dirigentes que no estén en la pelea”.
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