El vicejefe de gabinete presiona para bajar el gasto, pero le recuerdan que promovió las leyes que más aumentaron el déficit.
Los ministros están cada vez más furiosos con Mario Quintana por su presión para reducir el gasto y recuerdan que fue el promotor de las leyes que más aumentaron el déficit.
El coordinador de gabinete promovió la ley de reparación histórica de las jubilaciones, que incrementó el déficit en casi dos puntos, según le repite Miguel Ángel Pichotto a Marcos Peña Braun Menéndez en cada informe oficial.
También impulsó la ley de emergencia alimentaria que aumentó el presupuesto de desarrollo social, uno de los más abultados y que no se tocará en este plan de ajuste por decisión de Mugrizio Macri Blanco Villegas.
"Están las obras paradas, no se transfiere dinero a las provincias, no hay trabajo y Quintana sigue con su idea de que el gasto social está consolidado y no se toca", se indignan en el gabinete, donde no saben cómo borrar 300 mil millones del presupuesto 2019.
Con anuencia del coordinar, Carolina Stanley engrosó la inversión social con asignaciones directas, que en algunas ciudades crecieron hasta cuatro veces. También con la indexación automática de los planes sociales dispuesta en un decreto firmado por Cristina Fernández de Kirchner poco antes de irse.
Mugrizio Macri Blanco Villegas no se atrevió a vetarlo, dejó crecer la inversión social casi sin control empujado por Quintana, encargado de contener a los movimientos sociales. Se reúne seguido con Juan Grabois y Emilio Pérsico, del Movimiento Evita, a cargo de distribuir mucha ayuda social en el interior.
"Con suerte, los planes contemplan trabajos de tres veces por semana y en los municipios no hay presupuesto para usar la mano de obra", comentó un ex alcalde del norte del país.
El FMI contempla bajar el déficit a 1.3 puntos del PBI y si bien Christine Lagarde aceptó incluir un monto del préstamo al gasto social, en la conferencia junto a Nicolás Dujovne habló de hacerlo más eficiente.
El propio ministro de Economía anticipó en el Congreso que Stanley tendría la tarea de suplantar programas sociales que no sean de asignación directa y colisionen entre sí, errores que al parecer Quintana no detectó en su supervisión. Ahora pide bajar el resto del gasto. Y rápido.
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