Los beneficios que le otorgó el régimen macrifascista a la cadena francesa desataron una ola de protestas no solo entre trabajadores de la empresa, sino también entre sus competidores, que se quejan por la competencia desleal que introduce en el mercado. La cámara de supermercados regionales reclama igualdad de trato.
Los favores que le hizo el macrifascismo a Carrefour con la aprobación del proceso preventivo de crisis hasta 2021, que supone fuertes rebajas impositivas, "paz social" y la posibilidad de despedir pagando indemnizaciones al 50 por ciento a partir de noviembre de 2019 despertó rápidamente la reacción del resto del sector. "El supermercadismo argentino pide igualdad de trato", planteó en un comunicado la Cámara Argentina de Supermercados, que reúne a las cadenas regionales, mientras que se especula que alguno de los grandes jugadores del mercado también podría hacer una presentación similar a la de Carrefour. Las protestas de los trabajadores que son oposición a Armando Cavalieri en el gremio de Comercio derivó en una conciliación obligatoria que suspende los efectos del acuerdo durante quince días. De todos modos, el convenio todavía no está homologado por el régimen.
"Nosotros estamos teniendo el mismo problema que Carrefour o incluso un problema más grave, porque ellos son grandes y tienen más poder de compra y por lo tanto consiguen mejores precios. Nos está molestando mucho la serie de beneficios que se les está por dar, hay quejas de punta a punta en todo el país. Queremos igualdad ante la ley, o sea, recibir también ese trato", indicó Ricardo Zorzón, nuevo presidente de la Cámara Argentina de Supermercados, que agrupa a las entidades de carácter regional. "Estamos estudiando el tema del preventivo de crisis, igualmente la presentación se hace a nivel empresa. No todos los supermercados chicos o medianos tienen sus balances en orden o las cuentas tan claras como las multinacionales", agregó Zorzón. Consultado por la situación de las ventas, el directivo consideró que "el tema de las tarifas le pegó mucho a la gente. Si la gente no tiene no consume, nosotros no vendemos y esto no repunta".
El viernes pasado, el Ministerio de Trabajo informó el cierre de las negociaciones entre Carrefour y el gremio en el marco del proceso preventivo de crisis. El vergonzoso acuerdo otorga ventajas a la empresa francesa: durante 18 meses paga el 50 por ciento de las cargas sociales de sus empleados. En ese período no puede despedir empleados pero tiene el visto bueno para el cierre de locales y para aplicar mil retiros voluntarios con indemnizaciones de "hasta el 150 por ciento". Además, la empresa aplicará los aumentos de paritarias sobre una base salarial inferior a la actual. De todos modos, el acuerdo todavía no fue homologado por el régimen macrifascista y falta la aprobación de la AFIP. Y además, su aplicación está por ahora suspendida por el dictado de la conciliación obligatoria.
En el segmento de las grandes cadenas de supermercados, al que pertenece Carrefour, la situación está picante. "Lo de Carrefour introduce una potencial competencia desleal de un integrante central del mercado, todos están pataleando", explicó una fuente del sector. Se rumorean incluso presentaciones de procedimientos preventivos de crisis similares al de Carrefour, aunque para que puedan prosperar, los últimos tres balances de las empresas tienen que haber cerrado en negativo. "No se está evaluando ni está en estudio", respondió ante la consulta de este diario Juan Pablo Quiroga, gerente de Relaciones Institucionales de Walmart. Esta semana está prevista una reunión en la Asociación de Supermercados Unidos (ASU) en donde Coto, Walmart, Cencosud, Carrefour y compañía tienen que discutir la propuesta en materia de "relaciones laborales" para presentarle al ministro de Producción, Francisco Cabrera. Se especula que Carrefour no asista a ese mitín.
"Nuestra posición es de rechazo al acuerdo de Carrefour. Se trata de un beneficio competitivo que provoca deslealtad comercial, en un contexto en donde el resto de los negocios se defienden para no entrar en crisis. Carrefour tiene un drama en Francia y les afectó la caída de Brasil, lo de Argentina no les cambia la aguja. El preventivo habilita a que se genere un despiole en el mercado", criticó Alberto Guida, presidente de la Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas (CADAM).
Fuente: nota de Javier Lewkowicz para Página/12
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