El financiamiento al sector productivo es una de las debilidades competitivas de la Argentina en comparación incluso con países vecinos, una situación que en la gestión de la alianza de derecha Cambiemos continúa sin mejorar. Desde 2011, el crédito al sector privado no financiero se encuentra amesetado y actualmente alcanza sólo el 15,3% del PBI.
En ránking comparativo del nivel crédito al sector privado, la Argentina es el 15º país más bajo del mundo sobre un total de 168 países, tal como surge del informe "Los instrumentos de Financiamiento PyMI como un motor para potenciar el desarrollo" elaborado por el Centro de Estudios (CEU) de la Unión Industrial Argentina (UIA).
En términos regionales, hay más crédito a las empresas y personas en el resto de los países que en Argentina: el crédito al sector privado no financiero en Chile es del 111% del PBI, en Colombia 47% y México 33%.
Desde el régimen macrifascista se pregona la necesidad inequívoca de fomentar el emprendedurismo y la creación de pymes como una forma de lucha directa contra el desempleo. Sin embargo, al analizar el financiamiento, se observa que el crédito a las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) representa apenas el 3% del PBI (unos $ 312 mil millones), un nivel que se encuentra entre "uno de los más bajos del mundo, incluso si se compara con países con PBI per cápita menores a Argentina", según indica el estudio del CEU. Mientras que el crédito a las pymes en Chile llega al 20% del PBI, en Colombia el 23,3% y en México el 8,1%.
En ese escenario de escasez, los dos principales instrumentos de financiamiento a las mipymes en la actualidad son la Línea de Financiamiento para la Producción y la Inclusión Financiera (ex LCIP) y el Régimen de Bonificación de Tasas.
En 2017, la Línea de Financiamiento para la Producción y la Inclusión Financiera (ex LCIP) cubrió el 52% del crédito. En el segundo semestre del año pasado se otorgaron préstamos por $ 162 mil millones a las micro, pequeñas y medianas empresas.
Al seguir la evolución de los créditos otorgados mediante la ex LCIP, se observa que en el segundo semestre del 2016 los bancos prestaron un total de $ 154 mil millones, de los cuales el 86% fue dirigido a mipymes y un 14% al resto de las empresas, mientras que en mismo periodo de 2017 se otorgaron créditos por $ 208 millones, siendo 78% para ,mipymes y 22% para el resto.
El relevamiento del CEU muestra que mediante el Régimen de Bonificación de Tasas se otorgó el 26% del crédito a las mipymes. De esta forma, el Ministerio de Producción subsidió tasas de interés por $ 4 mil millones en créditos que se otorgaron por $ 80 mil millones. El 51,2% de los fondos fue para empresas industriales y mineras. En menor medida para comercios y servicios.
En total, 673 empresas industriales se beneficiaron del régimen de Bonificación de Tasas, siendo en su mayoría pequeñas empresas que facturan menos de $ 64 millones anuales. En segundo lugar las Mediana Tramo 1 que sus ventas llegan hasta los $ 520 millones anuales, y en tercer lugar las microempresas que tienen ingresos menores a los $ 10,5 millones al año.
El año pasado, el presidente del Banco Central anunció que en forma gradual durante 2018 se eliminará la Línea de Financiamiento para la Producción y la Inclusión Financiera.
El proceso será decreciente durante este año, pasando de la obligación que pesaba sobre los bancos de prestar el 18% de los depósitos totales del sistema, a un 16,5% en enero, 15% en febrero, 13,5% en marzo, 12% en abril, 10,5% en mayo, 9% en junio, 7,5% en julio, 6% en agosto, 4,5% en septiembre, 3% en octubre y 1,5% en noviembre, para su eliminación completa en diciembre.
Al respecto, el CEU advierte que "en un contexto de tasas de interés elevadas, la eliminación gradual de los dos principales instrumentos de crédito a las MiPyMEs puede generar tensiones en las cadenas de pagos y mayor presión sobre los costos de producción".
En ese sentido, sostiene que los instrumentos de créditos con bonificación de tasas son ampliamente utilizados en todo el mundo para promover a los sectores para generar más y mejor empleo, así como fomentar las exportaciones. A modo de ejemplo, los créditos que otorga el Banco de Desarrollo de China representan el 11,7% del PBI, los de Brasil el 10,4% y de Vietnam el 7,5% del PBI.
Por último, el informe señala que en un año donde se van a ir eliminando las dos líneas más relevantes de créditos, sin una transición eficaz asegurada, el gran desafío para el régimen "es el diseño de instrumentos que permitan ampliar el acceso al crédito productivo y achicar las distancias para permite que más pymes puedan acceder al crédito".
Fuente: nota de Guillermo Cammacurta para Ámbito.com
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