El magistrado cuestionado por el régimen macrifascista por el fallo que liberó a Cristóbal se tomó licencia médica por 20 días.
El camarista Jorge Ballestero, en la mira del régimen por el fallo que liberó a Cristóbal López, pidió licencia en la Cámara Federal y todo indica que se acelera su salida de la Justicia.
El magistrado comunicó al Consejo de la Magistratura que se toma licencia médica por 20 días. "Viene de colocarse varios stents, no está para dar la pelea que dio Freiler, lo más posible es que renuncie", había dicho un operador judicial. Es por eso que en el macrifascismo confían en que Ballestero no resistirá la presión política y mediática y terminará dando un paso al costado.
"No descarto la posibilidad de irme. Mi médico me dijo que no puedo vivir en conflicto permanente", le dijo hace dos semanas al pasquín ultraoficialista La Nazión. "Tengo edad para jubilarme y ocho stents en un año, pero no me gustaría irme así", agregó.
La salida diplomática también fue el camino elegido por su colega Eduardo Farah, que también votó a favor de la excarcelación de López. La semana pasada, Farah pidió el traslado al Tribunal Oral Federal 2 de San Martín (momentáneamente irá a un tribunal penal económico de la Capital Federal) y el Gobierno está dispuesto a aceptarlo.
Ballestero y Farah quedaron bajo la mira a raíz que fueron los camaristas que otorgaron la libertad al empresario Cristóball López por el no pago de 8.000 millones de pesos en impuestos al expendio de combustibles.
Además cambiaron la calificación a su favor, pues pasó de defraudación a la administración pública a apropiación indebida de tributos. Ambos magistrados están denunciados ante el Consejo de la Magistratura por presunto enriquecimiento ilícito y tráfico de influencias.
Con el pedido de licencia de Ballestero, la Cámara Federal funcionará sólo con dos jueces de los seis que deberían integrarla.
Por un lado, la Sala I que integra Ballestero queda ahora con Leopoldo Bruglia y Farah, que es de la Sala II. Ésta última también está casi desierta porque Martín Irurzun también se tomó licencia, y ahora sólo funciona con Farah y la subrogancia de Bruglia.
De esta forma, el Tribunal que actualmente tiene ocupados cuatro de los seis cargos, funcionará las próximas dos semanas sólo con la presencia de dos de los magistrados. Además, de un momento a otro Farah será trasladado.
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