Después de la fuerte intervención del Banco Central en la jornada del miércoles, el mercado de cambio comenzó la jornada de ayer con un fuerte salto de la cotización del dólar, sin presencia de la autoridad monetaria. El promedio del dólar minorista saltaba 14 centavos, de $ 20,55 a $ 20,69. Según pudo saberse, en esa primera hora se negociaron unos 130 millones de dólares.
Pasado el mediodía de ayer, la cotización llegaba a $ 20,85 en el promedio de pantallas de bancos privados y casas de cambio de la City porteña.
El salto también se reflejó en la pizarra del Banco Nación, que suele usarse como referencia: de los $ 20,50 del cierre del miércoles subía a $ 20,65 a las 11 horas y a $ 20,80 poco después del mediodía.
En el segmento mayorista, el tipo de de cambio inició la jornada en los $ 20,26 y poco después de las 11.30 horas ya se ubicaba en $ 20,50 con lo que marcaba un salto incluso mayor al del minorista.
El salto también se reflejó en la pizarra del Banco Nación, que suele usarse como referencia: de los $ 20,50 del cierre del miércoles subía a $ 20,65 a las 11 horas y a $ 20,80 poco después del mediodía.
En el segmento mayorista, el tipo de de cambio inició la jornada en los $ 20,26 y poco después de las 11.30 horas ya se ubicaba en $ 20,50 con lo que marcaba un salto incluso mayor al del minorista.
De todos modos, pasado el mediodía el Banco Central al llegar a los $ 20,56 comenzó a intervenir para atajar la subida del dólar y reducirlo a $ 20,46.
Fuentes del mercado estiman que en el transcurso de la jornada, Sturzenegger vendió al menos 900 millones de dólares para lograr dejarlo en $ 20,55 en el tipo de cambio mayorista y a $ 20,83 en la cotización minorista.
Al llegar a los $ 20,56, el Banco Central intervino y redujo la cotización a $ 20,46. Este nuevo nivel no logra equiparar el tipo de cambio multilateral que había previo a la suba de tasas de interés en Estados Unidos, pero limita el atraso que se había generado el lunes cuando el peso mexicano, el peso chileno, el uruguayo, el real y otras monedas devaluaron mientras Sturzenegger ataba el dólar mayorista a $ 20,25.
Fuentes del mercado estiman que en el transcurso de la jornada, Sturzenegger vendió al menos 900 millones de dólares para lograr dejarlo en $ 20,55 en el tipo de cambio mayorista y a $ 20,83 en la cotización minorista.
Al llegar a los $ 20,56, el Banco Central intervino y redujo la cotización a $ 20,46. Este nuevo nivel no logra equiparar el tipo de cambio multilateral que había previo a la suba de tasas de interés en Estados Unidos, pero limita el atraso que se había generado el lunes cuando el peso mexicano, el peso chileno, el uruguayo, el real y otras monedas devaluaron mientras Sturzenegger ataba el dólar mayorista a $ 20,25.
Para Gabriel Zelpo, economista en jefe de la consultora Elypsis, "Sturzenegger está intentando contener el dólar para que no le afecte la inflación pero sin llevarlo a una situación insostenible en materia de atraso cambiario. No es lo mismo el tipo de cambio a $20,20 con el real en 3,3 que cuando la moneda brasileña se ubica en 3,5 por dólar. Si analizamos la situación frente al conjunto de la región, seguimos atrasado. Lo que busca el Banco Central es que no se agrave la situación".
En el transcurso de las horas, las ventas del Banco Central se acumularon hasta rondar los 900 millones de dólares, menos que el récord de 1.471,7 millones de dólares. En las últimas tres rondas el Central ya desembolsó 2.108 millones, más que todo lo perdido a lo largo de marzo.
Los analistas creen que la principal razón de esta voracidad por los dólares tiene que ver con la decisión de los inversores de desprenderse de Lebacs por la aplicación del impuesto a la renta financiera. "Nuestros traders nos comentaron que hubo muchos inversores saliéndose de Lebacs por el impuesto a la renta financiera y eso hizo que hoy hubiese mucha demanda. Creen que es un hecho puntual", confiaron desde un banco de inversión de Wall Street. En efecto, la venta de Lebacs llevó la tasa a 27% el miércoles y a 28% ayer.
Desde ContraEconomía, Matías Daghero explicó que para un inversor que venía renovando Lebacs, "hasta fin de marzo de 2018 acumulaba un rendimiento nominal de 6,86% versus una inflación en los primeros tres meses que según el Indec acumula un 6,64%" y si "a la tasa de Lebacs acumulada le restamos el 5% sobre intereses del impuesto a las ganancias que tendrá que abonar posteriormente este inversor, la tasa nominal que nos arroja es del 6,52%. Esta tasa está por debajo de la inflación, lo que la convierte en una tasa real negativa".
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