La situación que atraviesa la cadena de supermercados Carrefour -el régimen macrifascista autorizó el lunes la apertura del plan de ajuste presentado por la empresa- puso en el centro de la escena la situación de crisis que atraviesa el sector, consecuencia de la caída en la facturación y la baja rentabilidad.
El director ejecutivo de la Asociación de Supermercados Unidos (ASU), Juan Vasco Martínez, lamentó la crisis de Carrefour, y consideró que "la situación de baja rentabilidad y en algunos casos de rentabilidad negativa, es un fenómeno que está atravesando al sector supermercadista en general y no sólo los asociados de ASU", que agrupa a las grandes cadenas. No obstante, aclaró que la situación del sector no está en el mismo nivel que la cadena Carrefour.
Consultado sobre la situación que atraviesa la cadena Carrefour, que solicitó el procedimiento preventivo de crisis por baja rentabilidad en los últimos años, Vasco Martínez señaló que "en recientes conversaciones con dirigentes de la Cámara (CAS) y de la Federación de Supermercados (FASA), también nos manifestaron una situación similar" de baja o negativa rentabilidad.
A su criterio, la baja facturación "obedece a una misma conjunción de factores: altos costos laborales y logísticos y elevada presión tributaria, coexistente con un importante mercado informal".
"Cuando hablo de informalidad no me refiero sólo a la tributaria, sino también a la laboral", remarcó Vasco Martínez y agregó que "la Mesa del Sector comercial convocada por el Gobierno nos abre un vía de solución de la problemática porque al articular a todos los sectores del comercio, no sólo al supermercadismo, e involucrar a diversos organismos del Estado (ministerios de Producción, de Trabajo, Secretaría de Comercio, Banco Central, AFIP) permite unificar y sistematizar los esfuerzos que ya venían haciendo distintas agencias gubernamentales".
Asimismo, señaló que "en la reunión inicial de esa Mesa de Comercio se acordó una agenda concreta de trabajo y ello nos parece sumamente auspicioso. Más allá de eso las cadenas están tratando de adaptarse a las nuevas situaciones que plantea el mercado, con distintas propuestas que priorizan la fidelización del cliente".
Respecto de la irregularidad comercial, dijo que "está presente en muchos segmentos y en nuestra experiencia como consumidores es fácil encontrar indicios de ella: no admisión de medios de pago electrónico, el famoso "sólo efectivo", no emisión o resistencia a emitir un ticket o entrega de pseudo-tickets, incluso negocios con dos cajas registradoras que tienen controladores fiscales con números de CUIT diferentes, algo que no es legalmente posible", describió.
Sostuvo también que la irregularidad se presenta también en "comerciantes no bancarizados y aquellos que mueven gran cantidad de efectivo".
"Por eso nosotros consideramos que debe operarse sobre las vías que proveen a esos comercios. También, junto a los comerciantes informales hay sectores que producen las mercaderías que se venden en esos circuitos", manifestó.
"No me refiero a la industria en general, o por lo menos a los proveedores de los supermercados, sino a un sector marginal que vende irregularmente a esos comerciantes informales", indicó Vasco Martínez, al tiempo que consideró que "la AFIP, como otras agencias tributarias de algunas provincias, hace tiempo que viene operando activamente controlando la informalidad, pero tanto por razones de inteligencia fiscal como por la magnitud del fenómeno que enfrentan, no suele tener trascendencia pública y resulta difícil a veces ver resultados espectaculares en lo inmediato".
"Por otra parte, la política de la AFIP, y eso ha sido expresado públicamente, no busca sacar jugadores del mercado, sino hacerlos cumplir la ley", concluyó el director ejecutivo de la ASU.
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