sábado, 14 de abril de 2018

Ecuador confirmó el asesinato de los periodistas y el chofer de ambos, secuestrados en la frontera con Colombia

El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, confirmó ayer el asesinato en cautiverio de los dos periodistas y el chofer del diario El Comercio que habían sido secuestrados el 26 de marzo por un supuesto grupo de disidentes de las FARC, y anunció acciones "militares" en la frontera con Colombia, donde las víctimas habían sido capturadas. 


Lenín Moreno confirma los asesinatos de los tres secuestrados en la frontera con Colombia. 
Por su parte, la canciller ecuatoriana, María Fernanda Espinosa, solicitó “corresponsabilidad” a su par de Colombia, María Angélica Holguín, por la crisis que se suscitó con el secuestro del periodista Javier Ortega, de 32 años, el fotógrafo Paúl Rivas, de 45, y el chofer Efraín Segarra, de 60. Ambas funcionarias de reunieron en Lima, en el marco de la Cumbre de las Américas, a la que no asistió Moreno, quien decidió permanecer en su país a raíz del secuestro de los periodistas y su chofer.

El jueves, Moreno había dado un plazo de doce horas para recibir pruebas de vida. La respuesta fueron las fotos de los cadáveres de los secuestrados. El presidente ecuatoriano lamentó que "más allá de los esfuerzos realizados se ha confirmado que estos criminales parecería que nunca tuvieron la voluntad de entregarlos sanos y salvos” y que “es muy probable que lo único que hayan querido es ganar tiempo".

Holguín y Espinosa acordaron que el ministro colombiano de Defensa, Luis Villegas, viajara a Quito para seguir el caso con las autoridades ecuatorianas. Lo anunció el presidente Juan Manuel Santos al llegar a Lima para la cumbre que se desarrollará hoy y mañana. "Se han desplazado ya a la frontera los equipos necesarios para implementar las acciones que se decidan", adelantó a su vez el secretario de Comunicaciones de Ecuador, Andrés Michelena.

Los periodistas del diario de Quito se habían internado en la selva con el propósito de hacer un reportaje sobre la violencia en la provincia de Esmeraldas, donde se superponen grupos narcos con disidentes de las FARC que no adhirieron al proceso de paz en Colombia. Se les perdió el rastro cuando ingresaron a la zona de Mataje, en el inicio de una crisis durante la cual Moreno llegó a ofrecer 100 mil dólares de recompensa por alguna información sobre los cautivos.

El gobierno ecuatoriano acusó de los crímenes a disidentes de las FARC implicados con el narcotráfico que operan en territorio limítrofe.

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