"Los mercados hicieron una lectura simplista sobre la prisión de Lula", afirmó tajante Christofer Garman, director ejecutivo de la firma de riesgo político Eurasia. El especialista señaló que la salida del cuadro electoral del líder del PT podría favorecer la unidad de la izquierda brasileña, algo que el propio Lula alentó en su discurso de Sao Bernardo, horas antes de entregarse.
En ese acto, Lula elogió en dos oportunidades a dos candidatos presidenciales que no son de su partido y hasta se abrazó con ellos frente a la multitud. Presentó a Guilherme Castro Boulos del Psol y a Manuela D'Ávila del Partido Comunista do B (PCdoB), como "los futuros Lulas" de una nueva generación de dirigentes de izquierda. Mientras que tuvo una mención fría y formal sobre Fernando Haddad, ex alcalde de San Pablo y posible candidato de reemplazo del PT.
Pero el gran ausente en ese acto fue el candidato presidencial del PDT, el ex gobernador de Ceará y ex ministro de Economía, Ciro Gómes, un dirigente de izquierda moderada que pese a expresar críticas fuertes, nunca rompió lazos con Lula (ver video), de quien incluso el jueves lamentó su prisión en sus redes sociales.
Tanto Castro Boulos como Manuela D'Ávila son candidaturas más bien testimoniales y muy corridas a la izquierda, pero que sirvieron a Lula para escenificar la posibilidad de una unión de toda la izquieda brasileña contra el establishment económico y mediático al que atribuye su caída.
Garman explicó en una entrevista con Folha de San Pablo publicada ayer que la prisión de Lula podría generar una convergencia de votos de izquierda sobre Gomes, polarizando con el populista de derecha Jair Bolsorano, lo que dejaría fuera de la pelea al candidato del establishment económico y financiero, el actual gobernador de San Pablo, Geraldo Alckmin, el preferido de los mercados pero con muy baja intención de voto.
"Los mercados no están viendo que paradójicamente la prisión de Lula aumentó la posibilidad de un ballotage entre Bolsonaro y Ciro Gomes. Sin Lula la posibilidad del PT se reduce y aumenta la de Ciro Gomes", sostiene el analista.
Un diagnóstico que días antes señaló el politólogo de la Fundación Getúlio Vargas, Cláudio Couto. "El camino lógico del PT es apoyar a Ciro Gomes", sostuvo el analista en una entrevista con Carta Capital.
"Una candidatura propia del PT es muy poco viable. La candidatura de Jacques Wagner es muy restringida, limitándose a Bahía, y aún hay acusaciones contra él, lo que lo debilita aún más. Fernando Haddad es un candidato que apunta a una posible renovación del propio PT, pero el partido no puede ver en él su imagen y semejanza. Él no tiene apoyo de los líderes del partido, además es frágil en su propia base electoral que es São Paulo. No creo que en el actual contexto el PT consiga ocupar con nombres del propio partido el vacío político que Lula deja", señaló el politólogo en relación a los dos nombres que circulan en el PT.
"Lo más lógico es que el PT apoye a alguien que se encuentre dentro de su campo político, y de los nombres que existen hoy, el de Ciro Gomes es el que tiene más sentido. Ciro ya fue ministro de Lula, siempre fue un aliado. El gobierno de Ceará es petista y llegó al poder con el apoyo de la base electoral de Ciro. Él es un aliado de hecho. Si tomamos en cuenta las candidaturas de izquierda y de centroizquierda, la que tiene más cercanía hoy con los planes políticos y económicos del PT es la de Ciro Gomes. La cuestión es si ahora el partido va a adoptar una posición racional y pragmática", agregó.
Ciro Gómes en efecto fue ministro de Integración Nacional de Lula, gobernador del estado de Ceará y ministro de Economía de Itamar Franco. Hoy candidato presidencial del pequeño Partido Democrático de los Trabajadores (PDT) fundado por el mítico dirigente de centroizquierda Leonel Brizola, es quien aparece con más chances de capitalizar el vacío que deja la salida del cuadro electoral de Lula, que lideraba cómodo las encuestas.
Este escenario no es el esperado por la elite paulista que imagina que con Lula preso, las opciones de centro se inclinen por Alckmin y este termine ingresando al ballotage.
El analista de Eurasia no comparte esa proyección. "La base de apoyo de Bolsonaro es sólida. Más que un candidato anti-PT él es anti establishment, él canaliza la rabia contra la corrupción -que en Brasil se extiende incluso a la coalición oficialista que sostiene a Alckmin- y la desilución con la política. No veo un debilitamiento de su candidatura por la salida de Lula", concluyó.
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