Con la excusa de que "pueden ocasionar trastornos a los vecinos", un magistrado dispuso que no pueda haber manifestaciones en torno al lugar.
La Justicia brasileña dispuso la prohibición de llevar a cabo manifestaciones y acampes en los alrededores de la sede de la Policía Federal de Curitiba, donde quedó detenido en la noche del sábado el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Según el juez Ernani Mendes Silva Filho, esas protestas “pueden ocasionar trastornos a los vecinos de la región y grave lesión al orden de la seguridad", lo que impedirá a los seguidores del ex mandatario acampar en la zona, tal como era su intención.
El magistrado prohibió además la entrada de personas y vehículos no autorizados en las calles próximas al recinto donde Lula está en prisión para "garantizar la seguridad de la población del entorno" y "evitar acontecimientos violentos", según indicó en su auto, recogido por la agencia EFE.
Por otra parte, prohibió también que se monten "estructuras y acampadas en las calles y plazas de la ciudad sin previa autorización municipal".
Lula fue condenado a doce años y un mes de prisión por haberse beneficiado supuestamente con la entrega de un departamento por parte de una empresa involucrada en el escándalo de corrupción Lava Jato.
Si bien solo se contaba con el testimonio de un arrepentido y en ningún momento se pudo probar la vinculación de Lula con ese departamento, tanto el juez de primera instancia Sérgio Moro (el Bonadío brasileño) como el tribunal de apelaciones decidieron dar por cierta la acusación y lo condenaron.
La insólita decisión, sin sustento judicial alguno, tiene como objetivo impedir que el líder del PT compita en los comicios presidenciales de este año, donde las encuestas lo ubican como amplio favorito.
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