Las comisiones de Legislación General, Legislación Penal, Salud y Familia comenzaron con el debate del proyecto de interrupción voluntaria del embarazo. "El aborto existe y mantenerlo en la clandestinidad no es la solución", planteó la actriz Verónica Llinás. Por la tarde expusieron 16 oradores contrarios al proyecto.
Uno a uno los expositores del bloque de la mañana presentaron sus argumentos a favor de la despenalización de la interrupción del embarazo. En el comienzo, los especialistas en derecho (académicos, constitucionalistas, abogados con práctica cotidiana en derechos humanos) y profesionales de la salud inscribieron la legalización del aborto como una cuestión de salud pública. Afuera, mientras tanto, una marea de pañuelos verdes acompaña la jornada histórica, mientras las organizaciones preparan el escenario para una radio abierta.
“La igualdad ante la ley es igualdad ante la vida, y eso supone la legalización del aborto", enfatizó la abogada Nelly Minyersky, precursora en la lucha por los derechos de las mujeres e integrante de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Minyersky recorrió la lucha de los movimientos feministas, desde la aprobación del divorcio y resaltó que “los mismos que hoy están en contra del aborto, estaban en contra del divorcio". También exhortó a los legisladores a que “pasen a la historia”. Y destacó que “los derechos que amplían posibilidades a las personas son salud para la población. Nos hicieron más felices. Igualdad ante la ley y ante la vida, Eso supone legalización y despenalización del aborto".
En esa misma línea, Marta Alanis, de la Asociación Católicas y Feministas insistió en que el debate no es una cuestión de fe. "Estamos a favor de la legalización del aborto porque las católicas también abortamos”, resaltó, al tiempo que ponderó la organización de la Campaña, que “ha logrado el consenso de más de 500 organizaciones políticas, sociales, etcétera".
"Ampliamos la posibilidad de la libertad de las mujeres para elegir, no imponemos a nadie que lo hagan", remarcó Alanis y planteó que "hay que despojarse de las creencias personales a la hora de legislar y garantizar los derechos de las mujeres".
Los especialistas en derecho también defendieron la despenalización del aborto, haciendo eje en los tratados y leyes internacionales. “Desde el punto de vista constitucional no existe ningún impedimento para incorporar el aborto por plazos", aseguró el abogado constitucionalista y doctor en Derecho Andrés Gil Domínguez, el primero en hablar en esta histórica jornada de debate, quien agregó que "desde el punto de vista convencional tampoco hay algún impedimento, por el contrario hay recomendaciones al Estado argentino sobre despenalizar, por ejemplo el Comité de los Derechos del Niño".
En tanto, Gastón Chillier, director ejecutivo del CELS, desarmó los argumentos de quienes están en contra del aborto al dar por terminada la polémica sobre si se puede o no considerar un ser humano al embrión. "El argumento que el embrión es persona y es sujeto de derechos humanos no tiene sustento en el sistema internacional de Derechos Humanos", subrayó.
En ese sentido, el abogado Marcelo Alegre, profesor titular regular de Teoría General del Derecho y Filosofía en la Facultad de Derecho de la UBA, insistió: “ni la Constitución ni los tratados exigen criminalizar el aborto" y agregó que "todos queremos que se produzcan menos abortos. Tenemos que resolver cuál es el camino más eficaz".
Los especialistas en medicina hicieron foco en la ilegalidad del aborto como una problemática de salud que aumenta los índices de mortalidad materna, en tanto empuja a las mujeres a prácticas que ponen en riesgo su vida. "Desde la recuperación de la democracia han muerto 3030 mujeres por abortos inseguros clandestinos", afirmó la médica e investigadora del Cedes Mariana Romero. Reforzando esa idea, Leonardo Caruana, secretario de Salud Pública de Rosario destacó que "el impacto del acceso a anticonceptivos más el acceso a abortos seguros por salud integral ha dado como resultado cero muertes por abortos inseguros desde el 2012 en Rosario".
La socióloga e historiadora Dora Barrancos, trazó un recorrido sobre la transición demográfica en Argentina y enumeró las distintas técnicas anticonceptivas en el país, para luego destacar que “es inimaginable el trayecto de esa transición sin la intervención de parteras y obstetras para interrumpir gestaciones”. Barrancos enfatizó en que se trata de una práctica que estuvo a lo largo de toda nuestra historia y que “es clarísimo que el país ha gozado en sombras de una larga legitimidad del aborto, que contradice con las formas de punición legales”. Luego destacó que hay “una auténtica diferencia de clases que ha dividido a las mujeres” porque “para las clases medias y altas el aborto se hizo con todas las garantías sanitarias y para nuestras mujeres de los sectores populares pagaron con sus vidas esas decisiones”.
"Me encuentro entre quienes defienden el derecho al aborto legal para separar el disfrute sexual de la reproducción. Es un derecho humano fundamental", subrayó al sentar su posición.
Quien también expuso a favor del proyecto que busca la interrupción voluntaria del embarazo fue el periodista oficialista Luis Novaresio, que responsabilizó a los diputados que se oponen a la despenalización por los abortos clandestinos y las muertes de las mujeres. "Las mujeres hoy están condenadas a la clandestinidad, la muerte y a las consecuencias del aborto inseguro. Las mujeres se mueren y eso no puede seguir pasando", insistió el periodista y apuntó contra Carmen Polledo, presidenta de la Comisión de Salud, que ya anticipó su postura en contra del aborto.
“Carmen, no puede dejar que las mujeres se sigan muriendo. No puede imponerle al resto de las mujeres una posición ideológica. No puede seguir favoreciendo que las mujeres ricas accedan al misoptrosol y las pobres a la rama del perejil. No puede obligar a los que pensamos distinto a vivir en un sistema teocrático”, le dijo Novaresio a Polledo. La diputada del PRO intentó frenar la sesión para contestarle al periodista pero sólo le concedieron unos segundos para hacer uso de la palabra.
En tanto, quienes se oponen al proyecto que lleva la firma de 71 diputados expusieron sus argumentos por la tarde. La primera en hacerlo fue la doctora en Ciencias Jurídicas de la UCA, Úrsula Basset, quien no dudó en subrayar que “el embarazo producto de violación frenó los abusos”.
"La niña del caso FAL se salvó de seguir siendo abusada gracias a su embarazo. Reflexionemos y no hagamos leyes cómplices del abuso", insistió al manifestarse en contra no solo del proyecto de la Campaña nacional por el aborto legal, seguro y gratuito sino de la ley vigente, que contempla que una de las causas para interrumpir el embrazo es la violación.
Basset dijo que le daba “lástima que se usen embarazos dolorosos como bandera pero no se acompañea" a las víctimas. "Para defender el aborto se invocan situaciones desesperadas pero pensemos primero en los niños", reclamó al cuestionar a los impulsores del proyecto, que permite la interrupción de embarazos no solo dentro de las 14 semanas de gestación.
En el mismo tono, Oscar Botta, director de la ONG ProFamilia , insistió en que un aborto es un crimen y que por tanto las mujeres que lo practican, sea por el motivo que fuere, también son criminales. “Saben los legisladores que el crimen del aborto aumenta la tasa de violencia familiar y de violencia infantil”, ratificó Botta, quien agregó que “los violadores, los narcos y los estafadores quedan libres; con el crimen del aborto a los únicos a quienes se les aplicará la pena de muerte es a los niños no nacidos”.
Tras resaltar que “no se trata de una cuestión de salud pública” sino “demográfica”, Botta cargó también contra la educación sexual: “tenemos una falsa educación sexual en los colegios que, conforma una estimulación sexual forzada que aumenta todos los indicadores que supuestamente desea bajar, como las tasas de embarazo adolescentes, las enfermedades de transmisión sexual y la tasa de aborto criminal”. También se manifestó en contra de las políticas sanitarias públicas. "Las tasas de embarazo y aborto adolescentes cayeron en donde hubo recortes a los programas de salud sexual", dijo y se preguntó "¿por qué en la Argentina hacemos lo contrario?".
A pesar de que estaba prohibida la exhibición de imágenes, quienes se oponen al derecho de la mujer a decidir sobre su propio cuerpo, violaron la regla en dos ocasiones. El primero en hacerlo fue Ernesto Beruti, el jefe de Obstetricia del Hospital Austral, quien mostró la imagen de un embrión. "Díganme si esto no es un ser humano", preguntó. "La mortalidad materna por aborto está bajando y el aborto no está legalizado en la Argentina aún", lanzó luego Beruti, quien mostró estadísticas para explicar que mueren más mujeres por accidentes de tránsito que por abortos.
El pediatra Diego Montes de Oca, por su parte, dijo que "estamos acá para proteger a los bebés de la madre que decide abortar a un chico porque no quiere ser madre" y concluyó con una frase autoreferencial: "porque pude vivir, pude hacer todo esto. Si mi mamá hubiese abortado y el Estado se lo hubiese permitido, no hubiese sido todo esto. No hubiese dormido con mi mamá ni hubiese conocido a mi esposa ni hubiese tenido hijos".
No hay comentarios.:
Publicar un comentario