María Campos llegó al Hospital Regional de la capital santiagueña con una infección generalizada y no pudieron salvarle la vida. Tenía 37 años y cinco hijas. Los abortos inseguros son la primera causa de muerte individual de mujeres gestantes en la Argentina.

María vivía con su esposo y sus cinco hijas, la mayor de 15 años, en La Candelaria, una localidad rural que depende de la comisión municipal de Villa Matoque, casi en el límite con Salta. El hospital más cercano está a unos 40 kilómetros, en San José de Boquerón, Departamento Copo. María ingresó a ese puesto sanitario ya grave, según pudo reconstruir este diario, con un profesional que la atendió. Al parecer, se presentó el martes, dos semanas después de haberse sometido a una interrupción de embarazo insegura, con una sonda. Tenía un cuadro de infección generalizada. Y, ante la falta de recursos para darle una atención adecuada, fue derivada al Hospital Regional de la capital provincial.
La familia dice que se demoró esa derivación y que, incluso, pretendieron que se tomara un micro de línea -el único colectivo que hace ese recorrido sale a las 2 de la madrugada y llega a las 7-. En el hospital lo desmienten. Finalmente fue en ambulancia, pero no le habrían permitido al marido que la acompañara porque no dejan a las pacientes que vayan con un hombre porque son “asuntos ginecológicos”, según contó una vecina. En ese estado, luchando entre la vida y la muerte, María tuvo que andar unos 300 kilómetros, hasta la ciudad de Santiago del Estero. Ingresó a la mañana del miércoles al servicio de terapia intensiva, donde había otras dos mujeres más con cuadros similares, también consecuencia de abortos inseguros, según confirmó a este diario un médico que las vio. Las otras dos habrían mejorado. María falleció a las pocas horas.

En el 2013 -las últimas estadísticas oficiales disponibles-, 49.000 mujeres se internaron en los hospitales públicos de Argentina por problemas relacionados con el aborto: 135 mujeres por día. Dos de cada diez tenían 19 años o menos. Tres de cada diez tenían entre 20 a 24 años.
“La muerte de María muestra las consecuencias de la criminalización del aborto en el país. Las mujeres de zonas rurales, olvidadas, están desprovistas del cualquier recurso para interrumpir un embarazo sin riesgos. Si llegaba antes del hospital, se salvaba. Pero no es el único caso. En lo que va del año, tenemos registradas, a partir de cifras extraoficiales, entre 8 y 10 muertes de mujeres por causas vinculadas al embarazo en Santiago del Estero, dos de ellas, por aborto”, señaló Cecilia Canevari, investigadora del Instituto de Estudios para el Desarrollo Social (INDES) de la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Santiago del Estero.
“El subregistro de las muertes por aborto en Santiago del Estero es exorbitante. Las estadísticas oficiales mienten”, indicó el investigador del INDES y ginecológo del Hospital Regional Miguel Curioni, quien documentó esa brecha en su tesis “El problema del aborto en Santiago del Estero. Su magnitud y costos humanos, sociales y económicos”, de la Maestría en Salud Pública de la Universidad Nacional de Córdoba, publicada en 2014. En ese exhaustivo trabajo, Curioni demostró la diferencia entre las estadísticas oficiales y las muertes realmente registradas en los servicios de salud por aborto entre 2002 y 2011 en esa provincia. Por ejemplo, en 2010 los datos oficiales daban cuenta de 2 a 3 muertes y en realidad fueron entre 7 y 10, según el Comité de Monitoreo de la Mortalidad Materna e Investigaciones de la Universidad Nacional de Santiago del Estero (UNSE).
“A pesar de este gravísimo problema, desde hace varios años se ha disuelto ese comité y la principal maternidad de la provincia, del Hospital Regional, tiene como jefe a un médico católico, Eduardo Allub, explícito objetor de conciencia. La educación sexual integral no se aplica en las escuelas tal como lo establece la ley y lo mismo ocurre con el Programa de Salud Sexual y Procreación Responsable. De modo que mientras no se haga realidad el lema de la Campaña, ´Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto seguro para no morir´, seguirán muriéndose las mujeres más pobres, por causas evitables”, apuntó Canevari.
En las elecciones de 2017 fue electo gobernador de Santiago del Estero por el Frente Cívico Gerardo Zamora por tercera vez -estuvo en ese cargo entre 2005 y 2013- y así, sucedió a su esposa, Claudia Ledesma. Tienen buenos vínculos con el régimen macrifascista.
Fuente: nota de Mariana Carbajal para Página/12
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