La mujer fue sorprendida besando a su esposa Roció Girat en público. Fue detenida por efectivos de la Policía de la Ciudad con la excusa de negarse a apagar un cigarrillo en un hall del Subte C y procesada por "resistencia a la autoridad y lesiones graves". La Cámara de Apelaciones ratificó la decisión original. El defensor adjunto porteño denunció que "el fallo atrasa".

"Gómez originó la intervención policial y su respuesta fue violenta", sostuvieron los jueces al rechazar el pedido de revocatoria del procesamiento impuesto por jueza María Fontbona de Pombo, e insistieron en que "dando por sentada esa trasgresión, comprobamos que lo que empezó siendo un nimio conflicto alcanzó una dimensión desmesurada por la actitud desafiante de Gómez".
Según los jueces la transgresión cometida por Mariana fue la de fumar en un lugar público, prohibido por la ley 1799 de la Ciudad, y no apagar el cigarrillo cuando se lo pidió el empleado de Metrovías José María Pérez y luego el oficial Jonathan Rojo, quien posteriormente tuvo que "pedir auxilio" a la oficial Karen Villegas para arrebatarle el cigarrillo e impedir que siguiera fumando, hecho para el cual la propia ley porteña no prevé sanciones.
Lucini y Palazzo también ratificaron la imputación por "lesiones graves" en base al informe médico que, tras el forcejeo de los policías para detener a la fumadora, constató una lesión en la mano y la pérdida de un mechón de pelo que "sanaría en más de treinta días" en el caso de Villegas, y “traumatismo facial leve" y un raspón en la rodilla en el caso de Rojo. No hay referencias al accionar de la policía sobre Gómez, a quien según su esposa "le dijeron que de ahí no se iba; una mujer policía la agarró del cuello, la tiró al piso y Rojo se le subió arriba para esposarla, sin dejarla respirar".

"Si bien la parte sostiene que Pérez y Rojo decidieron dirigirse a ellas por haberse percatado de su elección sexual y no aceptaban que se besaran (...) la razón invocada por la policía para actuar era legítima", sostuvieron los jueces.
El defensor adjunto de la Ciudad, quien al igual que el Colectivo para la Diversidad (COPADI) no fueron aceptados como amicus curiae en la causa, ratificó que "la ley de la Ciudad no prevé sanciones para los fumadores y el derecho penal debe intervenir como 'última ratio'", y denunció "la desproporción entre la conducta de la mujer y la respuesta de los uniformados".
Otro aspecto del maltrato denunciado por la pareja de mujeres fue que la policía siempre trató a Gómez como un hombre, ignoraron su condición de casadas y les pidieron la libreta de casamiento.
A pesar de que Rocío había denunciado que en la comisaría de Boedo, donde estuvo hasta las 21, a Mariana "la hicieron desnudar para revisarle los genitales para ver si no ocultaba droga y después la encerraron", los jueces respondieron que "todo lo ocurrido con posterioridad a la detención de Gómez es materia de investigación".
"Todo beso es político, pero ningún beso heterosexual es reprimido", fue la consigna de los activistas por los derechos LGBTI que a principios de febrero habíaN acompañado a Mariana y a Rocío al presentar la apelación. Ahora, la causa continuará en manos de la jueza Pombo.
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