El cordobés se sumó a la jugada de Massa y el kirchnerismo, que juntaron 131 firmas. Ubicó a Llaryora como suplente. La alianza de derecha Cambiemos tendrá un consejero.

El cordobés no solamente no oyó las súplicas del retrasado mental para que ordene a sus diputados que firmen a favor de los representantes de Cambiemos, sino que además se sumó a la jugada del FPV y el Frente Rejuntador, y a último momento coló a un suplente a los representantes de la mayoría. "Macri le está ofreciendo lo que quiera", habían contado fuentes al tanto de las negociaciones.
El kirchnerismo, el massismo, Argentina Federal y aliados finalmente consiguieron 131 firmas, dos más que la mayoría, e impusieron los nombres de Eduardo "Wado" De Pedro (FPV) y Graciela Camaño (FR) como consejeros titulares. Los suplentes serán Vanesa Siley (FPV) y Martín Llaryora (PJ cordobés).
El ingreso de Llaryora como suplente se produjo sobre el cierre de las negociaciones, cuando Schiaretti era tironeado por el régimen para que sume la firma de sus diputados a Cambiemos. El propio hijo bobo de Franco Macri se puso al frente de las gestiones para conseguir el respaldo, pero terminó con una derrota rotunda.
Cambiemos presentó al mediodía una nota en la que proponía a Emilio Monzó la designación de Pablo Tonelli y Mario Negri como representantes por la mayoría. Además de la firma de los jefes del PRO, UCR y la Coalición Cínica, logró sumar al bloque de Martín Lousteau, los puntanos que responden a Adolfo Rodríguez Saá, los misioneros que responden al gobernador Passalacqua, la neuquina Alma Sapag y el salteño Olmedo. Sumaba así 119 votos.
Pero el peronismo logró abroquelar a todos sus bloques en una inédita acción coordinada y llegó a 131 firmas. Se sumaron los santiagueños que responden a Gerardo Zamora (que metió una consejera por el Senado) y el interbloque de Felipe Solá, entre otros. Además de puntanos y misioneros, los únicos opositores que no estamparon su firma fueron el Frente de Izquierda, la chubutense Muñoz y la cordobesa Nazario.

Con el ingreso de dos diputados y dos senadores propios, el peronismo quedó muy cerca de evitar que el oficialismo tenga una mayoría agravada para destituir y nombrar jueces a placer. Lo logrará con un acuerdo con el representante de los jueces Alberto Lugones y el académico Diego Molea, ninguno de los cuales está alineado con el régimen.
Se trata de un escenario significativo ya que hasta hace pocas horas Cambiemos tenía chances serias de meter a dos representantes por el Senado y dos por Diputados. En el primer caso privilegió la alianza política con Miguel Pichotto y evitó generarle una fractura mayor en su bloque, tras el apoyo por el Presupuesto
La cómoda mayoría que el régimen había logrado en el Consejo de la Magistratura fue clave en la ascendencia que ganó sobre la justicia federal. No es posible exagerar la importancia de la pelea en un momento en el que las definiciones críticas para el proceso político del año que viene pasan en buena medida por el fuero federal, en el que se acumulan causas contra Cristina y el kirchnerismo, pero también contra Macri Blanco Villegas y sus funcionarios. Hasta ahora, el régimen había logrado una ascendencia importante en ese fuero, al que exhibió su capacidad de destituir jueces y produjo varias salidas resonantes.
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