"El bloque federal no me representa", lanzó el tucumano, que podría acelerar la ruptura del PJ en el Senado.
En un anticipo de lo que podría ser una ruptura mayor del peronismo en el Senado, el tucumano José Alperovich anunció que se va de la bancada que conduce Miguel Pichotto y que armará un interbloque con Cristina Fernández de Kirchner, con quien teje una alianza de cara a las elecciones de 2019.
El ex gobernador aceleró en los últimos días la ruptura con Juan Manzur, a quien anunció que enfrentará el año próximo compitiendo por fuera del PJ, en una jugada que pone en riesgo la hegemonía del peronismo en Tucumán. Para eso busca tener el apoyo de la ex presidenta, que mantiene buenos niveles de adhesión en la provincia.
En ese marco, Alperovich adelantó ayer que dejará el bloque de Pichotto y se unirá al FPV. "El bloque federal no me representa, vamos a armar un interbloque con Cristina Kirchner en el Senado", dijo en declaraciones a la AM 530 Somos Radio. La ruptura quedará plasmada en la sesión por el Presupuesto, que el tucumano rechazará. "En unos días vamos a dar ese paso", agregó.
Alperovich además pidió sumar a Cristina a la unidad del peronismo de cara a 2019 y aseguró que habló del tema con el vende humo Sergio Massa, e incluso dijo que el tigrense le dio la razón. "Con Sergio Massa ya hablamos personalmente y dijimos que Cristinatiene que participar en la unidad, hay que contenerla, es la que más votos tiene", indicó.
Se descuenta que junto al ex gobernador se irá del bloque del PJ su co-provinciana Beatriz Mirkin. La senadora ya avisó que votará en contra del presupuesto y es fiel aliada de Alperovich. Así las cosas, Cristina armará un interbloque con 11 senadores, mientras que la bancada de Pichotto quedará en 22.
Pero la ruptura del peronismo podría ser mayor. La discusión de la semana pasada entre Miguel Pichotto y José Mayans dejó en evidencia la fractura, y el formoseño -leal a Gildo Insfrán, uno de los pocos gobernadores cercanos a Cristina- es otro de los nombres que podría alejarse.
En una situación similar están los pampeanos Norma Durango y Daniel Lovera, mientras que tampoco le responde a Pichotto la catamarqueña Inés Blas, cercana a la gobernadora Lucia Corpacci. El chubutense Mario País, por su parte, viene endureciendo su discurso contra el Gobierno y sabe que no volverán promoverlo para el Consejo de la Magistratura.
Los fueguinos José Ojeda y Julio Catalán Magni fueron leales al rionegrino hasta que les pidió habilitar los allanamientos a Cristina y dejaron sus bancas vacías. Su gobernadora, Rosana Bertone, dijo que al igual que muchos de sus colegas no quiere dos frentes peronistas que dividan a la oposición. Sólo así puede consolidar su alianza con La Cámpora de su provincia y cualquier movimiento en el Congreso será, en definitiva, un mensaje al largo año electoral que se avecina.
Leales a Pichotto se sostienen el cordobés Carlos Caserio, el salteño Rodolfo Urtubey, el catamarqueño Dalmacio Mera, el correntino Carlos Espínola, el chaqueño Eduardo Aguilar; y suelen acompañarlo los entrerrianos Pedro Guastavino y Sigrid Kunath. Omar Perotti, Alfredo Luenzo y Guillermo Snopek eran de ir a sus mini cumbres, pero ya no le rinden pleitesía. Y los sanjauninos José Uñac y Cristina Valverde, como su jefe, no hablan de Cristina pero no avalaron sus allanamientos y levantan el discurso de la unidad peronista.
El problema inmediato para Pichotto es que en estos días deben definirse los asientos del Consejo de la Magistratura y el peronismo está en serio riesgo de perder los dos por la mayoría. Su interbloque tiene menos senadores que el de Cambiemos pero pretende superarlo con firmas de aliados como los santiagueños y los misioneros. Con la fuga de los tucumanos y otros posibles rebeldes, el rionegrino podría depender de una negociación con Cristina que por supuesto le exigiría un lugar.
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