lunes, 23 de julio de 2018

El robo de celulares no da tregua y se registran 5 mil casos por día

Luego de una baja en las cifras de este delito, la problemática resurgió con fuerza en el primer semestre de este año. Y temen que se llegue a los siete mil hechos. Los usuarios exigen más seguridad.


El viernes 13 de julio, Mariela se encontraba en el cruce de las avenidas Rivadavia y General Paz, del lado de la localidad bonaerense de Ciudadela. Se trata de una de las denominadas “zonas calientes” para el robo de teléfonos celulares. 

Allí, un sujeto le sustrajo de un bolsillo de la campera su equipo de alta gama, que había comprado un mes atrás. Los casos en el primer semestre de este año en todo el país treparon a los casi 5.000 durante cada jornada, mientras se advierte que el panorama puede ser peor en los próximos meses principalmente por la suba de los precios en aparatos nuevos.

“Las víctimas de los robos callejeros de equipos de telefonía celular no tienen la responsabilidad en los hechos, pero la verdad es que estamos ante un escenario muy complejo en relación a esta problemática, que registra muchos casos de violencia extrema cuando la gente intenta impedir los robos. Por eso, estamos pidiendo que cuando se transite en la vía pública no se exhiba el teléfono”, dijo Jorge Giordano, gerente de la Cámara de Agentes de Telecomunicaciones Móviles de Argentina (CATEMA), precisando que “se había logrado terminar el 2017 y comenzado este año con un promedio de 4.000 hechos de forma cotidiana, denunciados formalmente, sin embargo el primer semestre culminó con una cifra que alcanza los 5.000 casos”.

El caso descripto al comienzo resulta paradigmático de este problema en creciente aumento. “Volvía para mi casa cuando me robaron. Eran aproximadamente las 17.30, y salí de la escuela secundaria de Ramos Mejía donde trabajo. Luego me dirigí a Ciudadela, frente al bingo que está en Rivadavia y General Paz. Estaba con dos compañeras de trabajo, charlando. Siempre llevo la mochila adelante, porque fui testigo de muchos robos y arrebatos", comenzó su relato Mariela.

Lo cierto es que en determinado momento, sacó su teléfono celular del interior de la mochila, para revisar unos mensajes. Luego, de manera instintiva, lo guardó en un bolsillo de la campera. A los pocos segundos ya la habían robado. “Todavía no sé para qué saqué el equipo. Fue como un reflejo. Y lo puse en mi bolsillo derecho de la campera. Todavía no había llegado el colectivo. Yo voy para Ciudad Evita. Me di cuenta que me habían robado porque sentí menos peso en la campera”, dijo la damnificada.

Una vez advertido el robo, sus compañeras empezaron a llamar desde sus teléfonos al numero de la víctima. “Nunca sonó. Claramente el ladrón apagó el celular apenas me lo robó. Son expertos. Esto fue a la vista de todos. No había un sólo policía. Y no pueden alegar que no saben que en esta zona no hay bandas que roban. Siempre hubo, pero ahora actúan con mayor impunidad”, dijo la mujer, agregando que “siempre cuesta mucho comprar algo, somos gente de trabajo, y no puede ser que la policía y las autoridades del gobierno no brinden una mínima seguridad en la calle, cuando vamos o venimos de nuestros trabajos”.

El especialista Giordano expresó que “lamentablemente, hay que decirle a la población que este segundo semestre seguramente cierre con cifras más negativas, y tenemos por delante el enorme desafío de no regresar a los 7.000 hechos diarios de 2016, aunque todo hace indicar que nos dirigimos hacia allí de manera inexorable”.

“Podemos decir que se ha trabajado desde diversas áreas del gobierno, implementando medidas con la intención de mejorar la situación, se hizo un poco de ruido mediático con campañas, sin embargo el factor económico está causando problemas, acompañado por la suba del dólar y que en épocas de crisis aumenta la cantidad de bandas dedicadas a robar celulares”, concluyó el gerente de CATEMA.

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